POR REYES GUZMÁN
El artista purtorriqueño Robi Draco ganó pasaporte de popularidad entre los dominicanos que por primera vez lo vieron actuar en un concierto que tuvo como escenario el Anfiteatro Santo Domingo (Color Visión), donde la adrenalina y la sintonía se mezclaron para el mayor disfrute.

Los más fieles de sus fans corearon cada tema, demostrando una comunicación perfecta con el sentir de lo que expresa en las letras, en ocasiones amor, denuncias y creencias.

Draco, acompañado por cuatro músicos, vació  parte del repertorio para dejar buena impresión con un estilo algo “loco”, pero de identidad para quienes se suman a la larga lista de consumidores de su música. El público de pie hizo de la noche del jueves una velada cargada de rock, salpicada con algunos temas suaves. Asistieron puertorriqueños residentes en Santiago y Santo Domingo, poniendo de cara al artista la bandera que los representa como país.

“Draco te amo”, “Draco vida mía”, fueron parte de las expresiones que se escuchaban en voces de las jovencitas que desafiaban la ronquera sin importarles que hoy quizás no puedan hablar. Las emociones por ver y escuchar al artista no se limitaban. Sin una voz privilegiada, pero sí con la ventaja de saber llegar a la multitud, Robi interpretó “Morir”, “Vértigo”, “Penélope”, “Madre tierra”, “Libertad del alma”, “No sufrir”, “Blanca mujer”, “Más” (la que suena en la radio local), “La flor”, “Tiempo”, “Casi sexy”, “Morir despacito”, “Tormenta de poesía” y “Agua de mar” (No sé lo que está pasando), entre otras.

Entre aplausos, coro y risas, las casi dos mil personas que acudieron a la cita vieron a un hombre expresivo, que con orgullo dijo que tenía ocho años por venir a República Dominicana y que por suerte hacía su sueño realidad.

“He viajado a muchas partes del mundo, pero jamás se compara con el calor humano de los latinos, por ser único. Estoy orgulloso de ser latino”, fueron las palabras del autor de “Living, la vida loca”. Mientras pasaba el tiempo aumentaban las reacciones, porque en ningún momento dejó caer los ánimos.

A las 11:20 se retiró con los músicos, pero era imposible que maltratara a los que pedían más. Volvió sin camisa para regalar otra canción. La despedida no fue triste, porque en diciembre puede regresar para presentar un concierto en Altos de Chavón.

PAPOLOSONORO

La representación local recayó en Papolosonoro, quien con tres buenos músicos cantó “Ten cuidado”, “Eres”, “Ayer”, “No sé” y “Delivery de amor”. Mereció aplausos y buenos comentarios, porque en él hay talento y sencillez.

COSITAS Y COSOTAS

– Algunas personas comentaron que el escenario elegido no era el mejor para un artista de la categoría de Robi Draco, que debió ir al salón “La Fiesta” del Jaragua.

– Hay parte del público que irrespeta a los artistas locales, porque no les ponen atención. Va por el extranjero.

– Cuando Papolosonoro cantaba, unas jevitas hablaban hasta por los codos. Pedían a Robi.

– Draco tiene una forma de moverse en el escenario bien extraña. Parece una serpiente.

– Su forma de hablar tiene similitud con la de Tego Calderón.

–  El sonido le falló, lo que no dañó su fiesta. Al terminar un tema desconectó el micrófono y lo tiró al suelo.

–  Draco recordó cuando ejecutivos de la casa disquera lo querían botar por grabar “Vértigo”.

–  La radio suena “Más”, la más conocida, pero el público se sabía la mayoría de las canciones. ¿?