POR JUAN PÉREZ RECIO
Robinson Alfonso Sánchez Núñez, ex integrante de la orquesta de Krisspy, anunció la formación de su propio proyecto musical con la finalidad de introducirle al merengue elementos nuevos que ayuden a valorar lo que es el género.

Robin, como se le conoce en el ambiente artístico, dice que con respeto y con calidad se pueden lograr muchas cosas, ya que “es uno de los elementos que falta dentro del mercado para seguir manteniendo vivo el merengue”.

Entendió que ya tenía el camino y la brecha para hacer lo que él sabe por su propia cuenta y sostuvo que será el trabajo lo que marcará su futuro.

La línea musical con la que emprenderá su nueva etapa será interpretando merengue romántico-bailable, “un estilo que no se salga de lo que es el respeto al público y al merengue en sí”.

Dijo que se hacen los preparativos de lugar para estar en la calle dentro de un mes aproximadamente. Se promociona en la radio su primer corte, “Nada dura para siempre”, una composición de Julián Sarante y arreglos de Rafael Durán. Un video clip respalda el tema, que suena en Colombia y Panamá.

Entre los cortes de su primera producción están “Si la ves”, “Tendría que llorar por ti” y “No supiste esperar”.

Robin estará acompañado por 14 músicos y en el frente con Fulton Vásquez y Joel Sánchez, quienes pertenecían a la agrupación de Eddy Herrera.

El cantante formó parte en 1999 del grupo Sky, que se desempeñaba en clubes y piano bar. Luego participó como cantante y socio del grupo Otro Nivel, donde conoce al maestro Rafael Durán, su arreglista y actual director musical. También estuvo en El Bombazo Típico.

“La meta es conseguir internacionalizar el merengue. Para nadie es un secreto que nuestro ritmo necesita de esa fuerza, queremos contribuir para ello”.

Robin abandonó sus estudios de arquitectura en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y luego su carrera en el béisbol, como instructor de los Medias Blancas de Chicago, para convertirse en un intérprete de merengue.