Robin Hood: (al revés!

Robin Hood: (al revés!

Según la leyenda medieval, Robin Hood robaba a los ricos para darles a los pobres. Los ricos dominicanos (los dueños del país) les fascina la leyenda de Robin Hood y desde que desguavinaron a Trujillo y se quedaron, ellos, con todo el pastel, empezaron a aplicar las enseñanzas del héroe medieval, pero: (al Revés! (Sí, al revés! O sea, los ricos le roban a los pobres para entregárselos a los mismos ricos.

(No estoy haciendo un cuento! Estoy narrando una de las tantas historias que han protagonizado los dueños de la República Dominicana, desde que, pasado el tremendo susto de la Guerra de Abril (que tuvieron que venir las tropas yanquis para salvarlos), han hecho lo que les da la gana con el país de todos los dominicanos. En el caso que nos ocupa, ellos le roban a los pobres, y entonces, ese mismo dinero se lo distribuyen entre ellos mismos: (Es el caso de los impuestos!, que ahora ellos y el FMI han puesto de moda, con la cacareada Reforma Tributaria:

Lo primero es que esto de la Reforma Tributaria es el «secreto mejor guardado» del país. (Nadie sabe los proyectos que se están barajando! )Temores a qué? Temores a que el tema se dilucide en la opinión pública; que los distintos sectores empiecen a opinar, que ellos tengan que quitarse la hoja de parra que cubre sus partes, y el país pueda entender lo injusto y arbitrario del sistema de impuesto actual y de los planes que tienen de seguir montados en el mismo carro.

(Fíjense bien! Ahora necesitan que el gobierno tenga más dinero para que pueda pagar la inmensa vagabundería de los tres bancos quebrados (los responsables son miembros de la oligarquía económica dominicana) y para que el gobierno tenga también con que pagar los intereses y las amortizaciones de la deuda externa (que ha crecido en más de 2.000 millones) y que el FMI, el BM y los prestamistas internacionales no juegan con eso de no «pagar la deuda externa».

Desde el Programa Mínimo de los Héroes de Junio de 1959, el programa del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1960) y el conjunto de movimientos clandestinos contra Trujillo (como el Frente Cívico Revolucionario -1959-); todos esos movimientos, planteaban, como una de sus propuestas programáticas, el establecimiento de un sistema de impuestos, basado en los llamados impuestos directos. Dicho en palabras más entendibles: impuestos progresivos a la ganancia, sea de empresas o individuos. O sea, que el que más gane pague más impuestos, y que los pobres y los muy pobres, paguen la menor proporción de los impuestos totales que recibe el gobierno.

Pero resulta que desde 1961, y principalmente desde 1965, los dueños del país se la han arreglado para que el sistema de impuestos en la República Dominicana se apoye en los impuestos «indirectos», o sea, en un sistema donde, fundamentalmente, todos y todas, sin importar si somos muy ricos o muy pobres, o miembros de la numerosa clase media, paguemos los mismos impuestos. Muy sencillo: Los impuestos aduanales, lo pagan todos los consumidores (todos por igual), el grande y arbitrario impuesto a los combustibles, lo pagan todos los consumidores, el selectivo al consumo (cigarrillos, ron, cerveza y algunos más) lo pagan todos los consumidores, y el llamado ITEBIS lo pagan todos los consumidores. (Todos y todas por igual!

Queda el impuesto a la Renta, tanto de persona como de empresas. )Saben ustedes que las personas físicas (principalmente los multimillonarios) pagaban, en el 1999, un total de alrededor de 200 millones de Impuestos sobre la Renta, y que ahora esa suma anda por los 300 y pico de millones? Es claro que tan solo una docena de miembros de los grandes dueños del país deberían pagar, como persona, esa cantidad. )Y en lo que se refiere a las empresas? (El mismo caso! Por ley, deberían pagar el 25% de sus ganancias netas, pero hasta seis o siete años atrás, la casi totalidad de las empresas presentaban pérdidas en sus libros contables. Y cuando las cosas han venido cambiando, forzadas porque ya ese robo no podía seguir siendo tan descarado, son escandalosas las ridículas cifras que estas empresas pagan, y en los libros contables de la casi totalidad, aparecen infinidad de violaciones a la ley vigente, como son inmensos cargos (como gastos de las empresas) relacionados con el mantenimiento de las mansiones que los dueños de las empresas tienen en los sitios exclusivos, del país y del extranjero, aparecen los helicópteros, las casas y las yipetas de las queridas, de todos los hijos e hijas, la infinidad de guardaespaldas, y una gran cantidad de sueldos a familiares y amigos, que no guardan relación con lo que exige la ley.

En fin: (Un gran desastre! (Y lo de las compañías extranjeras es otro desastre!

En el próximo artículo seguiré ampliando este concepto y proponiendo lo que debemos hacer todos los sectores afectados por esta situación.

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