Pese a que había aminorado en los últimos meses, el robo de cables y combustible está afectando nuevamente a las empresas de telecomunicaciones, que atribuyen estas prácticas al crimen organizado debido a la forma de operación.
Además de pérdidas millonarias, los robos han costado la vida a personal de seguridad de las prestadoras de servicios de comunicaciones que han tenido que enfrentarse a tiros con los delincuentes.
Así lo denunciaron representantes de las empresas telefónicas instaladas en el país durante su participación en el Almuerzo Semanal del Grupo Corripio.
En el encuentro estuvieron Marc Rocher, director comercial de Tricom y Liza Arzeno, directora de relaciones públicas; Jean Marc Harion, presidente de Orange y Eduardo Balcácer, vicepresidente de Comunicaciones; Oscar Peña, presidente de Claro; Freddy Domínguez, vicepresidente, y Jenny Abreu, gerente de Comunicaciones; y Cynthia Joa, asesora legal de Viva.
Entre a finales del 2010 y principios de este año sólo la empresa Tricom ha sufrido pérdida por más RD$2,000,000 por sustracción de cables, según denunció Arzeno, quien reconoció que esa práctica había bajado significativamente.
Mientras que Peña, presidente de Claro, explicó que a raíz de la prohibición de las exportaciones de cobre que se hizo el pasado año disminuyó significativamente, sin embargo hubo un repunte en fecha reciente.
Consideró que las prestadoras de telecomunicaciones están pensando en que esto último se debe a que se están haciendo exportaciones ilegales o están apostando a que la restricción temporal de exportación se elimine y se están haciendo acopio de cobre robado.
Combustibles. En cuanto al combustible, Peña dijo que persiste y sigue siento muy grave para todas las prestadoras.
Al respecto Harion, presidente de Orange, se refirió al incremento de la sustracción de combustibles en las estaciones en lugares apartados. Indicó que para contrarrestrar esta nociva práctica han instalado paneles solares, pero que éstos tienen un alto costo y además también son robados juntos a todos los equipos se soporte eléctrico. Es una lucha permanente, expresó Harion.
Gran estructura. Freddy Domínguez, vicepresidente de Claro, entiende que se trata de bandas del crimen organizado debido a que robarse entre 10,000, 15,000 o 30,000 galones de combustibles requiere de toda una gran estructura tanto para el hurto y la distribución después en el mercado de manera fraudulenta.
Denunció además el peligro que representa esta práctica para los empleados de las telefónicas, y refirió que la pasada semana personal de Claro fue recibido a tiros en una de las instalaciones ubicadas en la zona norte, la cual no precisó. Peña detalló que en ocasiones el personal de la empresa ha tenido que huir para poder salvar sus vidas.
Acotó que es costoso mantener personal armado las 24 horas en zonas apartados, lo que representa un costo adicional a la industria.
Urge prestar atención a este problema
Domínguez urgió a las autoridades a poner atención porque es un problema de gran magnitud que envuelve a poderosos criminales. Es importante que se le preste atención porque no se trata de ladronzuelos callejeros, hay dinero y gente con capacidad de hacer una inversión millonaria de preparar vehículos especiales para hacer ese tipo de fechoría, dijo Domínguez.
Señaló que esta situación aunque afecta económicamente a las prestadoras, también afectan mucho a los usuarios, puesto que no pueden recibir el servicio por cierto tiempo cuando suceden este tipo de situación.