Robots confirman es muy alta radiactividad en planta Japón

Robots confirman es muy alta radiactividad en planta Japón

TOKIO
AP.
Un par de pequeños robots enviados para explorar el interior de un averiado reactor nuclear en Japón salieron el lunes con la noticia desalentadora de que la radiación es tan elevada que impide el ingreso de trabajadores para repararlo.  

Sin embargo, las autoridades mantienen la esperanza de cumplir su nuevo “itinerario” para sanear la radiación filtrada y estabilizar la planta nuclear de Dai-ichi en Fukushima hacia finales de año, de modo que comiencen a permitir el regreso de las decenas de miles de personas desalojadas de sus casas.   “Hasta yo había esperado alta radiactividad en esas áreas”, afirmó el secretario del gabinete, Yukio Edano.

“Estoy seguro de que (la empresa operadora de la planta Tokyo Electric Power Co.) TEPCO y otros expertos tomaron en cuenta esos datos al elaborar el itinerario”.

La crisis nuclear en el noreste de Japón, que es la peor en la historia del país, fue desencadenada por el terremoto y tsunami del 11 de marzo que estropearon los sistema de refrigeración en la estación nucleoeléctrica y provocaron un sobrecalentamiento en las barras de combustible.   Las autoridades tendrán que redoblar las acciones para observar la promesa luego de anunciar que la radiación se agudizó en una vasija de la Unidad 2 y que se encontró agua contaminada en otros lugares de la planta.   También por primera vez presentaron una descripción detallada del daño en las barras de combustible en tres reactores con problemas, y dijeron que había barras fundidas.   Ese daño —a veces mencionado como fusión parcial de un reactor— había sido previsto en diversas ocasiones, pero la confirmación, junto con una persistente fuga de radiación en otras áreas, permite avizorar cuán difícil y prolongado será el proceso de saneamiento.

De hecho, las mismas autoridades han reconocido la existencia de tantas complicaciones que podrían extender su plazo.   La irritación por lo que es considerada una lenta respuesta ante la crisis nuclear y los desastres naturales que la causaron aparece también en el parlamento. Varios legisladores cuestionaron al primer ministro Naoto Kan.   “Usted debería inclinar la cabeza a manera de disculpa”, le espetó a Kan el legislador Masashi Waki, del opositor Partido Demócrata Liberal.

“Sinceramente me disculpo por lo que ocurrió”, respondió Kan al insistir en que el gobierno hacía cuanto podía para atender esos desastres sin precedentes.   El presidente de TEPCO, Masataka Shimizu, pareció molestarse cuando fue confrontado por legisladores.   Los trabajadores de la planta no han ingresado a los edificios de los reactores desde los primeros días después de que los sistemas de enfriamiento se estropearon.

Zoom

Muchos traumas

Los japoneses que sobrevivieron al sismo y el tsunami mostraron una compostura que admiró al mundo, pero los psicólogos advierten que detrás de esa calma aparente podrían anidar muchos traumas.   «He perdido a mi padre, mi perro, mi coche, mis ahorros. Lo he perdido todo. Pero todo el mundo está en la misma situación. Si lloro, todo el mundo lo hará, así que tengo que contenerme», relata Kenichi Endo, de 45 años, refugiado en un centro de acogida de Onagawa (noreste), cerrando los ojos y apretando los puños.  

Una terrible tragedia azotó el 11 de marzo el noreste de Japón, sacudido por un sismo de magnitud 9 y de un enorme tsunami que provocaron la muerte y desaparición de unas 28.000 personas.   Cinco semanas después de la catástrofe, decenas de miles de evacuados siguen viviendo en centros de acogida provisionales, como escuelas, compartiendo un espacio reducido con decenas, incluso centenares, de supervivientes.   En esta promiscuidad, la emoción se controla y sólo aparece en momentos inesperados.

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