El señor gobernador del Banco Central de la República Dominicana nos tiene acostumbrados a anunciar “con bombos y platillos”, las grandes bonanzas de nuestra economía.
Esta semana no fue la excepción. El licenciado Héctor Valdez Albizu anunció que nuestra economía sigue robusta, que en los primeros dos meses de este año creció 5.9 %.
En la misma primera página del HOY del 25 de marzo pasado, en que Valdez Albizu hace su anuncio, el Fondo Monetario Internacional (FMI), recomienda a las autoridades dominicanas hacer “cambios estructurales”, como forma de parar el endeudamiento.
Fue más lejos el FMI cuando advirtió que la deuda continuará aumentando “si no se hace una reforma que amplíe la base impositiva”, o sea, aumentar los impuestos. Y también, recomendó reducir los incentivos y exenciones fiscales.
Para el organismo financiero internacional, el crecimiento de nuestra economía no es sostenible. Mandó a eficientizar el gasto, entre otras medidas disciplinarias.
Pero, mientras el Banco Central y el FMI difieren en cuanto al manejo económico, la población dominicana sufre los embates desproporcionados de aumentos en los precios de los artículos de la canasta familiar; los combustibles tienen 10 semanas aumentando cada sábado, y los sueldos y salarios de empleados públicos y privados hace 10 años se mantienen estáticos, tanto así, que el propio gobernador del Banco Central ha reiterado la necesidad de un reajuste salarial acorde con los aumentos de los precios en los artículos de consumo básico.
Urge una revisión de los parámetros económicos para poder hablar con propiedad de una economía robusta.