WASHINGTON (AP) _ Miguel Angel Rodríguez, el ex presidente de Costa Rica y primer centroamericano en ejercer el cargo de secretario general, abandonó ayer definitivamente la sede de la Organización de los Estados Americanos, exactamente 30 días después de asumir sus funciones.

   En su último día en la OEA, Rodríguez permaneció sólo cinco horas y media en lo que fue también la jornada final de una serie de seis en las cuales transfirió los asuntos administrativos al secretario general adjunto Luigi Einaudi, quien ejercerá el cargo hasta la elección de un nuevo titular.

   Rodríguez, de 64 años, renunció en medio de un escándalo de corrupción el 8 de octubre. No formuló declaraciones a los periodistas que lo esperaban a la salida.

   Al ingresar había dicho, sin embargo, que retornaría el viernes a Costa Rica para encarar las acusaciones de soborno ante los tribunales.

   El ex presidente asumió el cargo protocolarmente el 23 de septiembre en medio del boato diplomático de 12 presidentes y 26 cancilleres. Pero, se fue solo, sin un embajador ni funcionario de la OEA que lo acompañara siquiera hasta la puerta de la sede institucional.

   Rodríguez alcanzó a despedirse de los agentes de seguridad de la OEA, a quienes les dio la mano. Hizo un gesto de despedida a algún reportero. Su chofer le abrió la puerta de su vehículo diplomático, que luego emprendió la marcha a las 15:30 hora de Washington (19:30 GMT).

   Con su anuncio de retorno a San José, el ex presidente desvirtuó los rumores que circulaban en medios diplomáticos de que había estado buscando asilo político en un país caribeño.

   Esta no es la primera vez que un secretario general renuncia por corrupción. El argentino Alejandro Orfila renunció en noviembre de 1984 al aceptar que recibió dinero de la dictadura haitiana de la familia Duvalier para mejorarle la imagen en Washington.

   La elección del sucesor de Orfila demandó cuatro meses.

   Rodríguez se ha visto involucrado en un caso de soborno por uno de sus ex ministros, José Lobo, quien dijo que le pidió hasta un 60% de una comisión irregular de hasta 2,5 millones de dólares que le habría girado la empresa telefónica francesa Alcatel por contratos obtenidos con una dependencia gubernamental.

   Después de esa revelación en la prensa costarricense, Rodríguez ha sido mencionado también en otras alegaciones, la más reciente de ellas acerca de un pago irregular por unos 100.000 dólares del gobierno de Taiwan.

   Preguntado sobre el pago taiwanés por un reportero costarricense, Rodríguez dijo a la entrada de la OEA:

   «Me parece bastante… muy poco interesante que en el último día de mi trabajo aquí, cuando estoy cumpliendo con mi trabajo con la OEA, salgan con eso. Mañana estaré en Costa Rica…»».

   Mientras Rodríguez continuaba su ingreso apresurado, el reportero le volvió a preguntar: «Don Miguel, todos los días salen cosas nuevas ¨todavía se esperan más cosas…?»»

   Pero el ex presidente no contestó y se alejó.

   Como se había insinuado temprano, Rodríguez, quien reemplazó el 15 de septiembre al ex presidente colombiano César Gaviria, se marchó sin mayor protocolo. Se le veía apenado y sonreía con tristeza.

   El Consejo Permanente de embajadores, organismo de la OEA que conoció su carta de renuncia el pasado viernes 8 de octubre en una reunión de emergencia con diplomáticos consternados, no se reunió para despedirlo.

   Pero, Rodríguez alcanzó a convocar a los diplomáticos a una reunión informal el miércoles para explicarles en qué condiciones se quedaba su proyecto de reorganización administrativa que había delineado para encarar el próximo año un déficit institucional de 5 millones de dólares.