Rodríguez Zapatero anuncia diálogo con ETA

Rodríguez Zapatero anuncia diálogo con ETA

MADRID (AFP).- El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer, jueves, ante la prensa en el Congreso de los Diputados que iniciará un diálogo con ETA, que cumple un alto el fuego permanente desde el 24 de marzo, y que podría poner fin a casi 40 años de de violencia terrorista.

 «Al amparo de la resolución de mayo de 2005, quiero anunciarles que el gobierno va a iniciar un diálogo con ETA, manteniendo el principio irrenunciable de que las cuestiones políticas sólo se resuelven con los representantes legítimos de la voluntad popular», anunció Zapatero, que el miércoles comunicó su decisión al rey Juan Carlos.  El gobernante socialista sostuvo que la «democracia no va a pagar ningún precio político por la paz», en una esperada intervención poco antes de las 14H00 locales (12H00 GMT). «El proceso va a ser largo, duro y difícil», reiteró Zapatero antes de asegurar que «lo abordaremos con decisión y con prudencia, con unidad y con lealtad y siempre, siempre, respetando la memoria de las víctimas».

 Zapatero recordó que de «buena fe» (…) todos los gobiernos» anteriores «han intentado la erradicación de la violencia en el País Vasco y en el resto de España», y expresó su «reconocimiento» al ex presidente socialista Felipe González (1982-96) y al conservador José María Aznar (1996-2004), que intentaron entablar un proceso de paz con ETA.

 Inamovible en su posición de rechazo desde mayo de 2005, la principal formación de la oposición, el Partido Popular (PP, derecha) anunció que «no prestará su apoyo al proceso abierto» por el gobierno socialista, en palabras del presidente del PP, Mariano Rajoy, que prefirió hablar desde la sede de su partido y no desde el Congreso.

 En mayo del año pasado, el PP fue la única formación que rechazó en el Parlamento una resolución del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) planteando la apertura de un diálogo con ETA si la organización abandona las armas.

 «Euskadi Ta Askatasuna ha decidido declarar un alto el fuego permanente a partir del 24 de marzo de 2006» para «impulsar un proceso democrático en Euskal Herria», anunciaba ETA el 22 de marzo pasado, abriendo camino a nuevas esperanzas de paz.

 Este es el tercer intento de desarrollar un proceso de paz en el País Vasco, tras los fracasos de las negociaciones entre ETA y el gobierno español en Argel en 1989 (con González en el gobierno) y en Zurich en 1999 (con Aznar), que llegó calificar a ETA de «Movimiento de Liberación Nacional Vasco».

 El resto de las fuerzas políticas expresaron el jueves desde el Parlamento su apoyo al diálogo entre el gobierno y ETA, que podría poner fin a casi 40 años de terrorismo que se ha cobrado más de 800 muertos.

 El último atentado mortal de ETA remonta a mayo de 2003.

 Horas antes de que Zapatero hiciera su anuncio, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió por separado con los portavoces de los 11 partidos políticos con representación parlamentaria, empezando por el PP.

 Fuentes gubernamentales explicaron luego que el formato de la intervención de Zapatero -comparecencia ante la prensa y no un debate en el pleno del Congreso- se adoptó para evitar un nuevo enfrentamiento público con el PP.

 A «finales de septiembre», el ministro del Interior hará una nueva ronda para informarles a los portavoces sobre el «desarrollo» del proceso de paz, indicó Zapatero, cuyo anuncio -aplazado al menos tres veces desde mayo- tuvo lugar el último día de sesión parlamentaria antes del receso estival.

 Aunque fuentes oficiales nunca admitieron tales aplazamientos, uno de ellos se debió a la manifestación que el 10 de junio hizo la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT, cercana al PP) para rechazar cualquier negociación con ETA.

 «Si ETA ha asesinado físicamente a casi mil ciudadanos (…) Zapatero ha matado la memoria» de las víctimas, afirmó el jueves la AVT con su dureza habitual hacia el jefe del gobierno, acusándolo de haber «cedido al chantaje» de ETA.

 Pernando Barrena, portavoz de la ilegalizada coalición radical Batasuna, brazo político de ETA, consideró «positiva y de gran calado político» la declaración de Zapatero, mientras que el gobierno vasco calificó de «positivo» un diálogo para alcanzar una «paz duradera e irreversible».

 Desde el ámbito económico, el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro expresó su «apoyo a la iniciativa del gobierno», mientras que la patronal vasca, Confebask, señaló que se trata de una «noticia esperada y positiva» que «abre puertas a la esperanza».

 El dirigente español, que desde su llegada al poder en España en abril de 2004 convirtió el fin del terrorismo de ETA en una de sus prioridades de gobierno, tiene el respaldo del 60% de los españoles para ese diálogo que debería centrarse en cuestiones de procedimiento, y después en el desarme, el futuro de los presos etarras y la reinserción de los miembros de la organización.

 Otro punto a favor del gobierno: el apoyo de la Iglesia Católica española.

 «La paz será fuerte si tiene profundas raíces sociales, si abarca el conjunto de la sociedad vasca», sostuvo Zapatero, que asumió la «responsabilidad de colmar el anhelo de paz» de los españoles.

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