Si se elabora una lista de los 10 mejores lanzadores de la historia del béisbol,  sin dudas habría que incluir a dos  que en el clímax de su carrera consiguieron el mote de “comehombres”. Se les llama así a los que suben sobre el montículo y dominan a la oposición a su antojo por medio de sus majestuosos lanzamientos. Es el puro ejemplo de Tom Seaver y Roger Clemens, pitchers que amilanaron a sus oponentes por largo tiempo.

Es tanta la prueba de lo antes mencionado que Clemens, ahora con 50 años de edad, todavía anda por una liga independiente de Estados Unidos desafiando con su recta a mozalbetes y veteranos, inclusive a su hijo, que lleva por nombre Koby, y es receptor de otro equipo.

Seaver, ingresado con el mayor porcentaje al Salón de la Fama de Cooperstown en 1992, debutó en las mayores el 13 de abril de 1967 con los Mets de Nueva York, equipo donde consiguió sus mayores logros durante parte de las 20 temporadas que permaneció en las Grandes Ligas.

Seaver debutó por todo lo alto, ya que en su primera campaña alcanzó el premio de Novato del Año del viejo circuito, gracias a un record de 16-13 y efectividad de 2.76. Desde ese momento comenzó a comportarse y ser tomando en cuenta como uno de los mejores pitcher de la organización.

Para el siguiente año, Seaver abanicó a más de 200 contrarios por primera vez en su carrera y luego mantuvo al menos esa cantidad por ocho temporadas más, logrando en esa hilera cinco lideratos en ponches.

Esa frecuencia de oponentes abanicados ubicaron al nativo de California como uno de los mejores lanzadores de la historia del béisbol.     

Seaver consiguió su primer premio Cy Young en 1969 cuando disfrutaba apenas de su tercera temporada en las mayores. En esa oportunidad, el derecho dominó la liga en victorias con 25, perdió siete compromisos y dejó su efectividad en 2.20. Luego obtuvo dos premios más al mejor lanzador en las contiendas de 1973 y 1975.

Sin embargo, Seaver logró una campaña de 1971 digna de admiración y no pudo llevarse el premio Cy Young. En esa ocasión lideró dos patas de la triple corona del pitcheo, pero finalizó segundo tras el premio, detrás de Fergie Jenkins (24-13 y 2.77), de los Cachorros de Chicago.

Otros de sus logros fueron lanzar un partido sin hit ni carreras, ganar un título de Serie Mundial,  obtuvo tres lideratos de efectividad e igual cantidad de veces dominó la liga en triunfos. ¡Definitivamente, un lanzador fuera de serie!

Para despejar dudas, las estadísticas del Cohete Clemens son superiores a los  establecidos por Seaver.

Clemens se mantuvo por 24 temporadas en las mayores y quizás pueda regresar aunque asegura que no está en sus planes.

El oriundo de Dayton, Ohio, prefirió ingresar a la universidad en vez de firmar con un equipo de las mayores y, por eso, debutó en las mayores el 15 de mayo de 1984, un año después de llegar a un acuerdo con los Medias Rojas de Boston.

Sus dos primeros años fueron decentes, por no decir que mediocres y luego Clemens le demostró a todo el beisbol “por dónde es que se le entra el agua al coco”, tan simple como eso.

Clemens obtuvo su primer Cy Young en su tercera temporada en las mayores, producto de 24-4 y efectividad de 2.48. Con esos números consiguió dos patas de la triple corona, ya que concluyó por debajo en ponches con un total de 238.

La siguiente temporada, Clemens repitió el premio al mejor lanzador, gracias a su marca de 20-9 y efectividad de 2.97.

Es que Clemens totalizó durante su carrera siete premios Cy Young, único en su especio. Su más cercano contender es el zurdo Randy Jhonnson, quien logró cinco.

El Cohete rebasó los 200 abanicados en 12 oportunidades, encabezando ese departamento en cinco ocasiones. Su mayor cantidad fue de 292 en 1997.

En cuanto a la efectividad, Clemens dominó ese encasillado siete veces y en cuatro chaces al menos alcanzó 20 triunfos en una temporada.

Es que Clemens tiene que ser recordado entre el puño de los mejores lanzadores de la historia. Sus 354 victorias en la era del bateo y  4,672 ponches dejan pocas preguntas abiertas.

El derecho se atrevía a retar a los bateadores, con su poderosa recta, por el mismo centro del plato y luego lo ponía a lucir mal gracias a un buen cambio de velocidad. Sin embargo, la recta, dura, pesada y adentro era su carta de presentación.

Clemens no sólo es mejor que Seaver, sino que son pocos los que pueden ser comparados con él. Apenas perdió 184 partidos para un promedio de victorias y reveses de .658. Eso demuestra que durante su carrera era una garantía sobre la lomita de los sustos. Quizás no podamos ver a otro con esas condiciones.

Cara o cruz

Enrique Rojas

Clemens puso sus números en la Liga Americana y cuando más se ha bateado en la historia del juego. Además, ganó siete premios Cy Young y tuvo 354 triunfos”.

Mickey Mena

Aunque Seaver dominó a Clemens en el departamento de efectividad, el Cohete abultó más estadísticas en todos los demás encasillados. Roger fue mucho mejor”.