LONDRES. AFP. El suizo Roger Federer ganó su séptimo Abierto de tenis de Gran Bretaña al derrotar al británico Andy Murray en cuatro sets, 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4, hoy en la final jugada en su jardín de Wimbledon, y recuperó la primera plaza mundial de la ATP.
Con este resultado, el helvético igualó el récord de títulos en Wimbledon y de semanas al frente de la jerarquía mundial (286), que poseía el mítico estadounidense Pete Sampras. «Alcancé a mi ídolo, es un momento mágico para mí», dijo el ganador ante la presencia de su mujer y sus hijas gemelas de 3 años de edad.
Ahora, Federer cuenta con 17 títulos en los torneos del Grand Slam en su palmarés, otra plusmarca en la que había superado a Sampras (14) hace tres años. Se trata del primer título de los grandes para el tenista de Basilea, quien cumplirá 31 años el mes próximo, después del Abierto de Australia de 2010.
En ese año, en el mes de junio, cedió el número uno mundial al español Rafael Nadal, quien fue desplazado por el serbio Novak Djokovic el año pasado. Este domingo, ambos rivales jugaron a muy alto nivel. Hubo sol durante los dos primeros sets, pero después la lluvia obligó a cerrar el court Central del complejo londinense, que posee un techo retráctil.
Contrariamente a lo que muchos temían, Murray no se vio superado por la importancia del evento, su primera final en Wimbledon, y se mostró muy agresivo desde los primeros intercambios. Más sólido desde el fondo de la cancha, el escocés ganó con lógica el primer set.
También estuvo arriba en el segundo, con cuatro ocasiones para hacer el break, pero Federer mejoró de golpe su nivel de juego para igualarlo.
Después de la interrupción a causa de la lluvia, el tercer set se disputó con un sexto game interminable de casi 20 minutos de duración, en el que Murray perdió su servicio en la sexta bola de break después de haber estado 40-0 arriba.
La experiencia del suizo, quien disputaba su 24ª final del Grand Slam, otro de sus récords desde hace tiempo, hizo la diferencia. «Jugué mi mejor tenis en semifinales y en la final. No podría estar más feliz. Me hacía falta volver a jugar una final aquí, es un gran momento», dijo ‘Fed’, emocionado.
Después, comentaría: «todas las finales del Grand Slam, en particular aquí en Wimbledon, son especiales. Uno no se acostumbra nunca. Ésta de hoy fue única porque la jugué contra Andy y también porque la terminamos bajo techo, algo que no había ocurrido nunca en una final. Todavía no he digerido este título.
Había tantas cosas en juego, que me llevará más tiempo que lo normal darme cuenta de lo que logré». El británico, N.4 del mundo, falló una bola de quiebre en el comienzo del cuarto set y después se mostró fatigado por el intenso esfuerzo.
En cambio, Federer, imperturbable, le hizo el break en el quinto juego con un brillante passing de revés, para lanzarse a por la victoria en un partido que duró 3 horas y 24 minutos, y que constituyó un soberbio espectáculo.
Murray jugaba, por su parte, su cuarta final mayor, habiendo perdido las tres anteriores ante Federer (US Open 2008 y Abierto de Australia 2010) y una vez ante Djokovic (Abierto de Australia 2011). «Me voy acercando. Me habían preguntado si ésta era mi mejor chance porque Roger tiene 30 años.
Aún no está mal a sus 30 años», dijo el escocés entre sollozos. Después, en frío, diría: «es duro perder delante de tus fans y toda tu familia. Creo que jugué un buen partido. Hubo un juego parejo, con largos intercambios, y bolas de break de ambos lados.
Él jugó un tenis increíble, sobre todo después de que se cerrara el techo en los dos últimos sets, en que sacó mejor». Gran Bretaña no logra un torneo del Grand Slam desde que Fred Perry ganara Wimbledon en 1936.