POR GERMAN MARTE
Uno de los grandes desafíos que tiene la República Dominicana en las actuales circunstancias es el de procurar relaciones lo más ventajosas posibles, pero para esto debe –ante todo- transparentar el manejo de los recursos provenientes de ayudas como las que ofrece la Unión Europea, expresó ayer el director de la Oficina Nacional de los Fondos Europeos para el Desarrollo (ONFED), Onofre Rojas.

El funcionario subrayó que muchas veces los países pobres no aprovechan óptimamente la ayuda que reciben y en este sentido República Dominicana ha sido un ejemplo en múltiples períodos, incluso recientemente.

Por ejemplo, el país tenía la posibilidad de recibir fondos para la construcción de unas 50 escuelas a partir de los daños causados por el huracán Georges, pero prácticamente no se ha podido hacer ninguna, y “eso es una muestra de incapacidad que el país no se puede dar el lujo de tener”, resaltó Rojas.

El funcionario se expresó en esos términos al participar como invitado en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio al que asistió acompañado de otros funcionarios de la ONFED.

Rojas no descartó que la falta de interés que otrora se registró tenga su origen en que la ayuda que brinda la Unión Europea no se presta a la corrupción y al tráfico de influencias.

No obstante, dijo que su gestión se ha propuesto que no se pierda ni un solo euro por negligencia, por falta de proactividad y trabajo.

Sostuvo que en la medida que se actúa con transparencia se logra que la ayuda fluya mejor. Y señaló que todas las licitaciones que se otorgan a través de la ONFED son licitadas públicamente, pues allí no se otorga ni una sola obra grado a grado.

Precisó que en este año se ha logrado promover un conjunto de licitaciones que se acercan a los RD$600 millones, solamente en los barrios marginados de la capital a través de las obras del programa Saneamiento Ambiental de los Barrios Marginados (SABAMAR).

Tras reconocer que los organismos de cooperación de la Unión Europea son lentos, y que tienen que mejorar, Rojas apuntó que el elemento que más incide en que se paralicen los fondos de ayuda es la falta de transparencia.

DE LOME A COTONU

El funcionario consideró positivo que el país haya formado parte primero del Acuerdo Lomé y ahora de Cotonú, “es una decisión inteligente que hay que mantener y profundizar los niveles de participación”.

Indicó que hasta hace poco el país tenía una presencia muy limitada en ese escenario y con tantos problemas que estaba a punto de ser suspendido de todos sus derechos dentro del grupo ACP (Africa, Caribe y Pacífico) porque se atrasaba hasta con las cuotas. Además, se le veía con recelos por su política ambivalente frente al Caribe, por vivir “de espaldas al Caribe”.

Sin embargo, aseveró, esta situación ya ha sido superada, al punto de que es casi seguro que  el grupo ACP escogerá al país para presidir el Consejo de Ministros para el año 2006.  Y esto significa que será escogido como vocero de 79 naciones frente a sus relaciones con los 25 estados de la Unión Europea.

“Es un paso de avance para el país, y nos ayuda a procurar nuevas y mejores formas de relacionarse y de cooperación,  y lograr mejores negociaciones”, explicó Rojas.

De acuerdo con el funcionario, el gran desafío del país es ver cómo se prepara para negociar frente a otros y manejar un comercio más competitivo como el que vendrá en los próximos años.

Por esta razón, recalcó, los diferentes sectores de la sociedad deben hacer conciencia de que deben prepararse cada vez más para ser competitivos y poder sobrevivir en estos tiempos y no tener que lamentarse de otros años más de explotación como los que históricamente fue sometido.

COLONIZACION Y EXPLOTACION

La historia de la colonización está ahí y no puede borrarse,  “ciertamente gran parte del subdesarrollo de nuestros países se explica en función de la explotación a la que históricamente fueron sometidos”, expresó Rojas, “esa es una realidad con la cual estamos cargando hoy en día”.

Sin embargo, dijo, en el presente de lo que se trata es de mirar hacía adelante y cómo procurar mejores condiciones de vida para la gente.

Y en ese sentido, añadió, el país no puede vivir de espalda al mundo, ni tener una política autárquica en un mundo cada vez más interdependiente. En gran medida los países viven y dependen de sus relaciones con otros.