El rojo suele relacionarse con emociones intensas: las positivas como la pasión y la energía y otras menos agradables como el peligro, pero siempre llevadas a su máxima expresión. Por eso muchos temen a la hora de utilizarlo en la decoración de interiores.

Si bien es cierto que no se pueden desligar  los colores del efecto emocional que producen, siempre habrá una manera de crear balance, y se logra generalmente moderando la forma en que se usa y haciendo acertadas combinaciones con otros matices, para que al final no resulte  “demasiado”.  

Estímulo
El rojo es un color de fuerza, que refleja vitalidad, pasión, acción y otras emociones. Según la psicología del color, incide sobre el cuerpo elevando el pulso, aumentando la tensión muscular, el deseo y la excitación.
 Luz
El rojo absorbe luz, si elige un tono vibrante la habitación se verá más luminosa.
Ardiente
No dude en usar este color si quiere lograr una atmósfera caliente o sensual.

¿Cómo, dónde?

Es un tono extrovertido. El rojo nunca pasa desapercibido y esta es una propiedad muy útil cuando lo que quieres es dar un toque de vitalidad en su estancia. Puede ser la tonalidad de un sofá, un jarrón, un tapete, una pared… se puede usar en cualquier detalle que servirá como punto focal, pero nunca llenar el espacio con él.
Al ser un matiz estimulante, los expertos en decoración recomiendan utilizarlo en espacios de movimiento como el recibidor, la sala, la cocina o el baño. Aunque sí se hace, quizás no todos quieran apostar al rojo en una habitación, donde generalmente se buscan colores que transmitan más serenidad y favorezcan el descanso.
Como ya dejamos claro que no puede ser el rey de los colores en la estancia, es importante pensar en los matices con que puede combinarlo. El rojo se ve muy bien junto al blanco, con el cual hace un contraste llamativo y a la vez delicado. De esta manera, si su sala está pintada toda de blanco, se verá hermosa con un marco de cuadro rojo, un mueble de este color o telas con detalles rojos en los cojines o cortinas. Lo mismo puede lograr con otros colores neutros.
También se puede combinar el rojo con gris o negro para lograr un efecto más innovador. Y no se verá nada mal con distintos tonos de verde o marrón.