Román Jáquez y Miriam Germán, de recibir presiones del pasado Gobierno a dirigir JCE y Procuraduría

Román Jáquez y Miriam Germán, de recibir presiones del pasado Gobierno a dirigir JCE y Procuraduría

Tanto el uno como el otro tienen similitudes. Sin embargo, Román Jáquez Liranzo, presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), y Miriam Germán Brito, procuradora general de la República, guardan en común un elemento «sorpresa» para muchos dominicanos, como es el haber sido elegidos responsables de instituciones vitales para el país, luego de haber recibido fuertes presiones del Gobierno pasado por su posición.

Manteniendo siempre las diferencias de lo ocurrido en su momento cuando fueron «atacados»,  (en el caso de Germán Brito ocurrió cuando ejercía como ex jueza de la Suprema Corte de Justicia), el país vivió esta tarde otro escenario o «elemento «sorpresa» que para muchos era conocido: la escogencia de Jáquez Liranzo  como presidente del pleno de la Junta Central Electoral (JCE).

Jáquez Liranzo encabezó la terna presentada por la Comisión Especial del Senado para la escogencia de los miembros de la JCE, junto a otros aspirantes como Manuel Ulises Bonelly Vega y Rafaelina Peralta Arias. Sin embargo, ninguno de los nombres propuestos despertó tantas reacciones de las diferentes bancadas como en el caso del presidente del TSE.

Las discusiones que giraron en torno  a quien será juramentado como presidente de la JCE,  apuntaron sobre todo a la presión que recibió de «varios ministros» del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), para que favoreciera en una sentencia a Miguel Vargas Maldonado, en un conflicto interno del Partido Revolucionario Dominicano.

Además, se recreó en detalles el evento en el que las autoridades de entonces procedieron al retiro de los miembros de la seguridad del TSE  y la personal que correspondían al presidente del alto tribunal, sin que este diera su brazo a torcer en relación con el fallo que calificaba como ilegal la Asamblea del PRM en que fue aprobada la reforma estatutaria para la escogencia de Vargas Maldonado.

Sobre el particular, el senador Dionis Sánchez, de la Fuerza del Pueblo, fue quien llevó la voz cantante en la defensa del seleccionado como presidente de la JCE, citando que éste habría sido llamado al Palacio Nacional para recibir orden, presión a la que se negó.

La reacción de Sánchez, quien además valoró las cualidades profesionales del magistrado, fueron en respuesta a la expresada por el vocero del bloque del PLD en el Senado, Aris Yvan Lorenzo,  quien advirtió que Jáquez no reúne   la mínima independencia para el cargo, citando como ejemplo la sentencia «funesta» que le permitió al ex presidente Leonel Fernández ser candidato.

Miriam Germán Brito.  Otro caso que ocupó la atención del país en sus dos vertientes, tanto en el caso de la entrevista donde fue cuestionada por el ex Procurador, como de su nombramiento en el cargo de Procuradora General de la República, fue el encarnado el pasado año por Germán Brito.

El escenario escogido no fue un tribunal, terreno dominado al dedillo por la magistrada; ni su interlocutor fue un simple ciudadano que buscaba una respuesta a una inquietud científica o desinteresada

Se trató de cuestionamientos directos por parte del entonces Procurador Jean Alain Rodríguez en la evaluación de los miembros de la SCJ, que hacían alusión a presuntos encuentros «ocultos» con el ex ministro Víctor Díaz Rúa, procesado judicialmente por el caso de los sobornos de Odebrecht.

En ese momento encabezaban la entrevista a los participantes los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura. Los cuestionamientos a Germán Brito también alcanzaron temas de su declaración de bienes y la posesión de propiedades y otros.

Pero como el caso anterior relacionado al magistrado Román Jáquez, la magistrada fue llevada por el nuevo gobierno  y en su calidad de persona íntegra, solvencia moral y de reconocido trabajo, a la Procuraduría General de la República, donde en la actualidad se desempeña.

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