Romero Britto fiel exponente del arte pop

Romero Britto fiel exponente del arte pop

Miami se viste de arte pop (pop art) en todos sus rincones, por el maestro de este género Romero Britto, pintor y escultor brasileño residente en esta ciudad del estado de La Florida, quien combina elementos del cubismo estereotipados, el arte pop y la pintura de graffiti en su trabajo y sus producciones. Caminar por los museos, malls o centros comerciales, tiendas, aeropuertos de la ciudad de Miami, es encontrarse con el fenómeno Britto; de manera insospechada su producción se extiende por calles, bancos comerciales, museos, en fin, que arropa y encabeza el movimiento artístico y cultural del momento, y desde hace unos años cuando este artista decidió que esta ciudad era su segunda casa.

Al hablar de Britto y su maestría como pintor y escultor es necesario ubicarlo en el arte pop, que está definido como un importante movimiento artístico del siglo XX que se caracteriza por el empleo de imágenes de la cultura popular, tales como anuncios publicitarios, “comic books”, objetos utilizados como recursos en el cine, por ejemplo. Al igual que la música pop utiliza imágenes populares, separándose de la cultura elitista, resaltando el aspecto banal o kitsch, así como utilizando el recurso de la ironía.

Al igual que “minimalismo” el arte pop está considerado como los últimos movimientos del arte moderno y como precursores del arte.

Con sus vibrantes, alegres y coloridas obras, Romero Britto sorprende en lugares insospechados de Miami. Sus figuras refrescantes se exhiben en lugares insospechados de esta ciudad del Sur de la Florida. Hasta parquímetros son pintados por Britto con su particular estilo y que llevan su firma, y cuyas ranuras de monedas sirven para recaudar dinero destinado a personas que viven en la calle.

Como se observa, Britto realiza obras sociales que ayudan a los pobres y colabora a su vez con planes de ciudad diseñados para fines benéficos. Imaginamos que tiene la sensibilidad por su origen social. Sus pequeñas o grandes intervenciones urbanas son formas de agradecerle a la ciudad que lo acogió en su proyecto migratorio. Toda la fama bien lograda por la que le han bautizado como “el artista feliz” que conquista al mundo, nace definitivamente de sus años difíciles en su natal Recife, Brasil. De sus cuadros –mezcla de cubismo y pop art-con un trazo negro que contiene una explosión de colores, que no identificable con una ciudad o un lugar. «Mi obra refleja una celebración de las cosas simples y buenas de la que recibía del entorno y tinglado social de donde proviene con la única actividad que daba paz y un orden a su vida.

 

Sus creaciones se extienden por calles, y sus esculturas en importantes escenarios públicos. En mi último y reciente viaje a Miami, visité el Museo del Niño, ubicado en el downtown, rodeado de los edificios y torres de arquitectónica y a la entrada principal de este museo encontramos una escultura que como toda la figuración de Britto encanta a los niños. Así como también, en la tienda del museo, los niños y adolescentes compran las mochilas, t-shirts, lápices, gorras, remeras y posters diseños de la marca en boga: Romero Britto.

A otra escala, el artista concluyó una obra mayor consistente en un mural a lo largo de las paredes exteriores del monumental estadio de futbol americano de los Miami Dolphins.

Romero Britto de apenas 46 años, nacido en Recufe, Brasil, del seno de una modesta y numerosa familia, quien pintaba sobre cartones y papel de libreta, logra exponer a los 14 años su primera individual pública y vende su primer cuadro a la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde ese entonces empieza un periplo que lo lleva a visitar varios países europeos, y paralelamente se interna en el arte y la cultura popular. A través de los años y luego de fijar su residencia en Miami e instalar su estudio en Mayfair Shops, en Coconut Grove, se inicia a exponer o sacar su arte a las calles.

No es fácil encuadrar a Britto, porque se trata de un autodidacta que ha conquistado al mundo, y que está muy consciente de que es un “fenómeno mercadológico” que él define de la siguiente manera: “Veo mi arte como una mezcla del carnaval de Brasil, con un poquito de la libertad de Estados Unidos, el espíritu de Asia, la velocidad de Rusia y algunas viejas tradiciones de Europa”.

También en una entrevista con la AFP, declaró lo siguiente: “Pinto sensaciones, sentimientos universales”…

Cuando hablamos de arte comercial o fenómeno mercadológico no queremos restarle que estamos ante un genial artista, para el cual incluso trabajan un centenar de personas en la estructura de su producción artística que en el año 2008 por ejemplo, logró ventas por unos 14 millones de dólares. Es la única forma de Britto poder responder a una demanda global, y a un crecimiento que no para de su firma.

Lo antes destacado se corresponde con éxitos de la magnitud de ser seleccionado como artista oficial de la Copa del Mundo de Fútbol en Sudáfrica en el año 2010. También, fue invitado a Singapur con motivo del Gran Premio de Fórmula Uno en ese país, pintando los retratos de los conductores participantes, luego en años subsiguientes viajó a Qatar y a los Emiratos Árabes por invitaciones de los Reyes de esos países.

Sus colores vibrantes y alegres han impactado además de monarcas, políticos de prestigio como Bill Clinton, a personalidades y artistas como Madonna y Arnold Schwarzenegger, entre otros, y a deportistas como Ronaldo y André Aggasi. En fin, su obra circula por todo el mundo, y fue convocado a Londres para conmemorar el regreso de Tutankamon, donde el gobierno británico le encarga la instalación de una pirámide egipcia de Giza, exhibida en Hyde Park. Es invitado por el Príncipe Carlos y a su esposa Camila Parker Bowles a su residencia y posteriormente a una cena de gala en el Palacio de Buckingham.

Todas estas experiencias le han convertido en un artista-empresario que sabe defender su arte y por supuesto, mercadearla.

 

 

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