WASHINGTON.  AFP.  Tras confirmarse como líder en la carrera de la nominación republicana para las presidenciales estadounidenses al ganar en Illinois el martes, Mitt Romney tuvo que defenderse del error de uno de sus asesores que reforzó las dudas sobre él del sector más conservador del partido.

 Interrogado por la cadena de televisión CNN sobre las dificultades que podría tener Mitt Romney para convencer a los votantes moderados en las presidenciales tras unas primarias que le obligaron a alinearse con las posiciones más conservadores de sus adversarios republicanos, el asesor de Romney, Eric Fehrnstrom comparó la estrategia del candidato con el juguete conocido como «la pizarra mágica», que sólo tiene que sacudirse para borrar lo que ya está dibujado o escrito en ella.  «Creo que para la campaña (presidencial) del otoño, apretaremos el botón ‘reiniciar'», respondió este miércoles Fehrnstrom: «Es casi como una pizarra mágica, se sacude y se empieza nuevamente de cero».

Las declaraciones hicieron las delicias de los adversarios de Romney: el miércoles en la tarde tanto su principal rival, el ultraconservador católico Rick Santorum, como el también conservador expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, sacudieron una pizarra mágica en sus respectivos mitines, cuestionando la fiabilidad de las posturas conservadores de Romney.

 Después de un acto de campaña en Maryland (este), donde los republicanos votarán a su favorito el 3 de abril, Romney tuvo que defenderse ante los periodistas. «Desde el punto de vista de la organización, una campaña para la elección presidencial es muy diferente», afirmó. Pero «los problemas sobre los que haré campaña serán los mismos», aseguró.  «Yo hago campaña como un republicano conservador, yo fui un gobernador (de Massachusetts, noreste)”, dijo.

Cerca del triunfo

Después que más de la mitad de los estados efectuaron sus elecciones primarias y asambleas partidistas,  Romney lleva una ventaja considerable en el número de delegados que decidirán la candidatura presidencial republicana.

A medida que Romney aumenta su cosecha de delegados en busca de los 1.144 que necesita para asegurarse la postulación, miembros poderosos del Partido Republicano le van manifestando su apoyo. Se está creando lo que probablemente será un empuje incontenible para la proclamación de su candidatura en la convención partidista en agosto.   Después de conseguir una victoria decisiva el martes en Illinois, Romney obtuvo rápidamente el aval del ex gobernador de la Florida Jeb Bush, hermano del ex presidente George W. Bush.