Bucarest (EFE).- Las autoridades rumanas decidieron ayer la demolición del dique de defensa del Danubio en la zona de Roseti, en el sureste de Rumanía, para evitar inundaciones catastróficas en los puertos de Galati, Braila y Cernavoda, la única central nuclear del país. La operación prevista para las 14.00 hora local (las 11.00 GMT) , fue aplazada unas tres horas dado que varios pastores con sus rebaños se negaron a abandonar el área de unas 10.000 hectáreas y la policía tuvo que intervenir para evacuarlos a solicitud del ministro de Agricultura, Gheorghe Flutur.

Los expertos que llevaron a cabo la demolición utilizaron 800 kilogramos de explosivo para reventar el dique y el impacto fue percibido con la intensidad de un terremoto de 4 grados en la escala de Richter. Los especialistas aseguraron que la operación ha sido un éxito y explicaron que se verterán de manera controlada unos 300 millones de metros cúbicos de agua.

En total se prevé que por este método puedan desviarse un total de 2.000 millones de metros cúbicos para salvar las grandes aglomeraciones urbanas río abajo.

Aunque la punta de la crecida no haya llegado todavía a Galati, Braila y Tulcea, la actividad portuaria se desarrolla con mucha dificultad y en los edificios administrativos y la capitanía del puerto hay un nivel de agua de 50 centímetros.