Ronald Reagan

Ronald Reagan

El ex-presidente Ronald Reagan (1980-84 y 84-88) falleció el día cinco del presente mes de junio, a los 93 años de edad, vencido por el mal de Alzheimer, que lo postró una década, en su hogar de Bel Air, suburbio de Los Angeles, en la California que él amó entrañablemente.

Su amor entrañable por California corrió parejo con su odio contra el comunismo hasta tanto, que en su mocedad, siendo apenas un diletante de actor, disciplina en la cual nunca escaló el estrellato sino la mediocridad, fue acusado en la tenebrosa Era MacArthy que intentó identificar hasta que en el corn-flakes de Kellog’s a comunistas, fungió de calié (delator) de más de un colega suyo en su entonces mundo de la pantalla grande.

Su sicosis anticomunista le condujo a excesos vituperables como la aventura de Irán-Contra, recursos del contribuyente destinados a fortalecer al ayatollah Ruholla Komeini para derrocar al presidente Saddan Hussein, así como también invadir la diminuta isla caribeña de Granada el 25-10-83 para derrocar al primer ministro Maurice Bishop, aliado del hasta ahora invencible presidente cubano Fidel Castro.

Hijo de un zapatero remendón en su natal Tampico, Illinois, beodo consuetudinario, una reiterada reputación de ese antiquísimo oficio, especialmente los lunes, Ronald Reagan quedó huérfano de su progenitor a los seis años, y su madre Nelle, le animó a escalar las bambalinas, apreciando su alzada, gran talante, ademanes sugestivos, pero carecía de aquello de que se ufana la Universidad de Salamanca de que: «Lo que Dios no concede, natura no lo presta», es decir, el talento.

Incursionó en la radio como disck-jockey con su voz engolada, y retornó al celuloide junto a su primera esposa, la también actriz Jayne Wyman, recordada por su rol en Belinda, en 1940, en el cine mudo.

Su ascenso al poder en enero 20-81 fue el resultado precisamente de su aura anticomunista, en un momento en que Estados Unidos confrontaba problemas de un amago de crecimiento de esa doctrina perversa, debido a que el presidente Jimmy Carter, a quien derrotó en las elecciones del 04-11-80, había contribuido a desalojar a la dinastía somocista de Nicaragua, y el Frente Sandinista de Liberación Nacional nunca disimuló su inclinación pro-comunista.

El porfiado líder libio Muammar El Gadafy se mostraba desafiante ante el poder de la unipolaridad estadounidense, y el 15-04-86 ordenó bombardear a Trípoli y Bengazi, que costó la vida a un hijo del dictador libio y casi la vida del mismo, a quien llamó «Perro loco».

Contrariando el espíritu del Pacto de Río que formaliza el respaldo de los países de América ante la agresión de una potencia extraterritorial, Reagan apoyó a Albión en la recuperación de las islas Malvinas, Falkland para Londres, en mayo 1982, ofreciéndole datos claves satelitales al poderoso convoy que cruzó el Atlántico desde Gran Bretaña para recapturar lo que no le pertenece.

No obstante su efervescencia anticomunista, el mundo de entonces donde imperaba ese sistema alienante de conducir una sociedad, no disminuyó un ápice, sino que fue en 1989, en la Era Bush padre, cuando la URSS se vino abajo con la destrucción del muro de Berlín, Vietnam se unificó en 1975, China postuló con el genio de Deng Xiao-ping la tesis: «Una china, dos sistemas», de la cual ha surgido como la superpotencia de este milenio, el absolutismo comunista de Cuba sigue impertérrito a 90 millas de USA, y Corea del Norte permaneció indomable, por demás, armando artefactos nucleares en su reactor de Yongbiong.

La economía estadounidense mantuvo un ciclo alto durante su regencia de dos períodos, é idéntico a otro gran anticomunista, Richard Nixon, en el momento postrero, expresarle irse en paz a la vera del Señor…

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