Ronaldo ante el desierto

Ronaldo ante el desierto

Brasil. Sin sus dos mejores socios en la selección de Portugal para el decisivo choque del 22 ante Estados Unidos -Fábio Coentrao y Pepe-, Cristiano Ronaldo remará solo contra los elementos, en un panorama para muchos desolador.

De regreso a Campinas, sede de la selección lusa a 100 kilómetros al norte de São Paulo, el mejor jugador del mundo en 2013 y estrella del Real Madrid deberá defender el galardón en un conjunto mermado por las bajas. Y defender el galardón pasa, obligatoriamente, por Portugal pasar a los octavos de final del Mundial.

Pero con cuatro goles en contra, los que le anotó Alemania en Salvador, Portugal está casi obligado a vencer por abultados resultados ante Estados Unidos, el 22 en Manaus, y frente a Ghana, el 26 en Brasilia, para sellar el pase a octavos. El desafío es homérico.

A la lesión de Coentrao, baja por molestias en el aductor por las que se perderá el resto del Mundial, se une la del jefe de la defensa lusa, Pepe, expulsado en la goleada ante Alemania.

A ellos se añaden el portero titular Rui Patrício y el delantero Hugo Almeida, también tocados muscularmente. Contra Estados Unidos, de los once que el seleccionador Paulo Bento presentó en el azaroso debut mundialista, solo repetirán siete como máximo.

Ante ese panorama poco alentador, el desafío de Ronaldo es aún mayor, tanto futbolística como anímicamente. Sin estar en plenitud física -la tendinosis rotuliana que arrastra le impide estar fresco-, el delantero del Real Madrid y capitán de la selección estuvo mejor de lo que muchos que esperaban.

Dos trallazos suyos, uno al comienzo del encuentro y otro al final, los desbarató Manuel Neuer con clase. Aguantó los 90 minutos en Arena Fonte Nova. Psicológicamente, se le notó desbordado en algún momento.

Con 3-0 en el marcador, un posible penalti no pitado a Éder exaltó al delantero, que persiguió al árbitro serbio Milorad Mazic varios metros mientras hacía aspavientos con los brazos.

Con Pepe y Coentrao, compañeros suyos en el Real Madrid, se compenetra mejor que con ningún otro de la selección, especialmente con el segundo, su socio en el costado izquierdo.

Un taconazo-pared de Ronaldo para el lateral en el último amistoso ante Irlanda (5-1) fue el último ejemplo del entendimiento de ambos. Y Pepe es el único capaz de tomar el mando en momentos críticos, capaz incluso de darle un grito a Ronaldo si es necesario. En la amalgama que suelen ser los combinados nacionales, contar con futbolistas del mismo equipo, que se conocen, es además una bendición para cualquier seleccionador.

Excluyendo a ambos, solo con el medio Joao Moutinho (Mónaco) el delantero del Real Madrid se entiende razonablemente. Quién recompondrá la defensa lusa es la siguiente incógnita. Para suplir al central Pepe y al lateral zurdo Coentrao, el abanico es limitado en el caso del primero y muy restringido en el segundo. Bento descartó para la lista definitiva al lateral zurdo del Málaga Antunes por André Almeida.

Al seleccionador le convenció del lateral del Benfica su polivalencia. Puede jugar en el centro del campo y en el lateral. Pero Almeida, de 23 años, no tiene las capacidades ofensivas de Coentrao. Con 1,85 metros y 75 kilos, es más lento que la veloz flecha del Real Madrid.

En el cuarto tanto de Alemania dio muestras de ello- llegó tarde para tapar el pase a Schurrle. Para Pepe, Bento tiene dos posibilidades como compañero de Bruno Alves- el experimentado Ricardo Costa (Valencia) y el joven Luís Neto (Zenit).

Costa, de 33 años, juega su tercer Mundial y podrá aportar templanza, mientras que Neto, de 26 años, sobresale por su velocidad y resolución en el corte. Sean los que sean los sustitutos de Pepe y Coentrao, Ronaldo tendrá que sobrevivir sin sus socios predilectos, al menos durante el partido Estados Unidos, si quiere ganar puntos para mantener su condición de mejor del mundo.

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