Capacitarse y crecer han sido los pilares del grupo de jóvenes que conforman la agencia publicitaria Room Grupo Creativo, un estudio que nació hace nueve años, y que ya se ha posicionado en el mercado del diseño y el “branding”, un nicho que muchos dirán que está dominado por las grandes agencias. Pero la visión de ellos es muy distinta: apuestan al trabajo independiente y confían firmemente en el talento joven.
A Nathalie Hazim, propietaria y directora de esta agencia le brillan los ojos de ilusión cuando viaja al pasado reciente para contar cómo vio la luz su estudio publicitario. Recuerda con orgullo que inició en una habitación con solo un cliente y una clara voluntad de ejecutar todas sus ideas creativas, pero nunca se vio sola, en sus sueños incluyó a once personas más, a los que llama “roommates” (compañeros de cuarto), con los que comparte la pasión por la creación constante y las ganas inmensas de demostrar que la edad no define la responsabilidad y entrega en el trabajo.
“Muchas veces la gente joven se siente frustrada porque el mercado laboral le exige cierta experiencia, pero nadie ofrece tan fácilmente su primera oportunidad. Eso fue precisamente lo que me impulsó a mí a ir por mis sueños de manera independiente”, cuenta.
Tomarse el riesgo. Hazim se vio ante la retadora decisión de tener que registrar su propia empresa después de ganar con su propuesta creativa para hacer la identidad de un desfile de moda en Miami de la firma de lujo Louis Vuitton.
El registro de su empresa era una condición para lograr esa cuenta y así nació formalmente Room Grupo Creativo. Desde entonces ha tenido la responsabilidad de manejar desde la República Dominicana más de 50 marcas locales e internacionales a partir de proyectos de diseño editorial, imagen corporativa, comunicación “online”, manejo de marcas digitales, “packaging” y aplicaciones.
Sus servicios han sido desplegados en la industria automotriz, educación, energía, marcas de consumo, servicios financieros, fabricación, salud, entretenimiento y telecomunicaciones, entre otros sectores.
“Agradecemos profundamente la confianza depositada en todo el equipo en cada uno de los proyectos. Sabemos que muchas veces no es fácil, pero la experiencia nos ha enseñado algo muy importante, y es que con confianza, diálogo (mucho diálogo) y amor por el proceso, se llega a los mejores resultados”, dice Hazim, fundadora y directora C.E.O el estudio.
The #roommates. De las doce personas que forman lo que ellos mismos llaman “una gran familia, un grupo de ‘panas’ unidos por diseño y la ilustración”, la mayoría pertenecen al área creativa, algunos ya tenían experiencia en la materia y otros descubrieron su vocación en Room, como Félix Pinales, quien llegó hace cinco años como “social media” y hoy en día, con 21 años, se desempeña como gerente de operaciones.
“En esta empresa he podido crecer, ha sido un reto. He aprendido a desarrollar mis proyectos con mucha responsabilidad y a pesar de ser joven aquí se trabaja para dar lo mejor y la juventud no es un obstáculo”.
Otro que ha crecido dentro de esta “habitación” junto con sus “panas” es Teudis Quezada. Llegó en el 2015 contratado como diseñador gráfico senior e ilustrador y en dos años escaló a director de arte. ¿Cómo lo hizo en tan corto tiempo? Comprometido con su trabajo, impulsando el liderazgo entre sus compañeros y apostando a que cada proyecto lleve el “ADN” de la excelencia.
“A pesar de que había trabajado en otras empresas, con Room encontré la oportunidad especial de poner a prueba todas mis capacidades e incluso aprender nuevas competencias”, dice.
Y si de crecimiento se trata, Jorge Joel Natera es el mejor ejemplo. Con gran talento para ejecutar las ideas de otros como diseñador gráfico, -lo que en publicidad se conoce como “diseñador robot”-, tenía dormida la creatividad propia y en este estudio fue impulsado a crear, plasmar sus ideas, ejecutar proyectos propios, “una etapa difícil” que lo llevó a convertirse en diseñador senior.
“Muchas veces quise tirar la toalla. Fue un proceso duro en el que me llegué a sentir bloqueado, pero gracias a los retos del día a día aprendí a canalizar mis ideas y adaptarlas a la campaña publicitaria ideal”, cuenta.
Este grupo de jóvenes coinciden en que aman su profesión como a nada en la vida, y esto es lo que los lleva a poner todo el corazón en cada trabajo que les llega a su oficina, con la idea clara de que “el respeto no se gana únicamente con 40 o 50 de edad y 30 de experiencia, se gana con el trabajo honesto”.