MEXICO (EFE).- El lanzador dominicano Rafael Roque, autor de un juego sin hit ni carrera, el domingo en la Liga Mexicana de béisbol, aseguró ayer que se sentía en condiciones de volver a jugar en Grandes Ligas y espera llamar la atención de alguna organización.

«Quiero demostrar que aún puedo lanzar en el mejor béisbol del mundo», señaló el tirador de 32 años, quien jugó en Estados Unidos con los Cerveceros de Milwaukee, entre 1998 y el año 2000.

Roque guió el domingo a los Tigres de Puebla a victoria de 1-0 sobre los Langosteros de Cancún, en la mejor demostración de un pitcher en la presente temporada, sin embargo calificó el desafío como uno más.

«Hice unos 90 envíos, me acomodé bien con Emmanuel Valdés, mi receptor de cabecera, no sentí salir con algo especial en la pelota, fue una salida común y corriente pero las cosas se dieron al trabajar en Cancún, con calor, humedad y a nivel del mar», dijo el originario de Coutí, República Dominicana.

El de ayer fue el tercer juego sin hit ni carrera de Rafael Roque, luego de protagonizar uno con los Tigres de Licey, en 1995 en la liga invernal de República Dominicana, y otro en Ligas Menores en Estados Unidos, en 1996.

«En los otros juegos pude embasar gente sin tanto peligro porque había ventaja pero el domingo una carrera no significaba sólo perder la joya sino salir con la derrota», aseguró.

Roque trabajó con rectas y cambios para silenciar a la artillería de Cancún, y aseguró no haber sentido presión, ni siquiera en la última entrada cuando tuvo las bases llenas con un out y el marcador 1-0.

«Ahí lo que pasó fue que lancé varios envíos cerca de la zona y no los cantaron», aclaró.

Para el jugador originario de la localidad de Corui, lo más trascendente del juego fue entrar a la historia de la Liga Mexicana y dejar huella con los Tigres, aunque insistió en que su verdadera meta es tomar venganza contra los Diablos, que han vencido a los felinos en las dos últimas finales de campeonato.