Tengo la impresión que el pensamiento filosófico de la doctora Rosa Elena Pérez de la Cruz se enmarca dentro de un agudo eclecticismo al margen de los teísmos heterodoxos que se inscriben en la historia de la filosofía, pues al mismo tiempo, como ya dijimos, supo privilegiar en lúcidas páginas la antropología filosófica o cultural.
En esa línea de pensamiento vemos además de los ya citados artículos acerca de Sartré, el que le dedica a Pedro Henríquez con el título Concepción del Hombre en la obra de Pedro Henríquez Ureña, presentado en su intervención en el Proyecto Internacional sobre el Pensamiento Latinoamericano del siglo XX ante la comunidad humana.
En esta síntesis acerca de la trayectoria académica e intelectual de la doctora Rosa Elena Pérez de la Cruz, es preciso destacar su tesis para optar por el grado de Doctora en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de México, la que tituló: Historia de la Ideas Filosóficas en Santo Domingo durante el siglo XVIII. Surgimiento de la Modernidad Dominicana, dirigida por el doctor Leopoldo Zea y de la que fuimos también asesor por honrosa disposición de la UNAM.
El referido trabajo está dividido en dos partes: una reseña bibliográfica y un apéndice. La autora analiza de manera destacada, las ideas filosóficas en Santo Domingo, así como también la obra de Antonio Sánchez Valverde y de Andrés López Medrano, autor de la primera Lógica publicada en nuestro país.
Afirma, con clara visión conceptual, que Antonio Sánchez Valverde y Andrés López Medrano son decididamente modernos y en el campo de la filosofía en Santo Domingo, son nuestros ilustrados.
Esta tesis, no sólo enriquece la bibliografía filosófica dominicana, sino que además perfila a una investigadora a la que el estudio de las ideas en nuestro país habría tenido que agradecerle muchos frutos de no haberse interpuesto la fatal imprudencia de un conductor que deja huérfana en su mejor momento esta deseada aspiración. Es posible que el autor de esta desgracia no se vea obligado a enfrentar la justicia por las circunstancias como se produjo el fatal suceso, pero su conciencia lo acusará siempre.
Empeñada en mantenerse ligada a sus raíces, Rosa Elena emprendió otro proyecto de investigación. En Acerca del Pensamiento Ético de Andrés Avelino, trata de identificar no sólo el pensamiento en esa dirección del sabio maestro, sino que extiende su pesquisa a la existencia de la filosofía moral en nuestro país, incluyendo el comportamiento de los intelectuales ante la dictadura de Trujillo. Hace alusión a la Encuesta patrocinada en 1956 por el Diario El Caribe con la finalidad de conocer la opinión de los encuestados acerca de la influencia de Hostos en la cultura dominicana, y en la que el profesor Avelino también emitió su parecer, quizás uno de los más adversos al hostosianismo.
Rosa Elena resume, en forma un poco arriesgada, las contribuciones de Avelino al debate sobre los valores éticos como sigue: La principal, a mi entender, los problemas sobre la ética y, en especial, sobre los valores, generando controversias con grandes exponentes tales como Kant, Scheler y N. Hartmann. Convierte en problema antinómico, como lo denomina, lo que ya por la fuerza de la costumbre, lógicamente damos por sentado. El método es siempre la argumentación y la reflexión filosófica. Unas veces reduce al absurdo; otras desentraña dogmatismos ocultos.
Intuye, igualmente, en su aguda percepción filosófica que en sentido estricto, Avelino no llega a una conclusión, ni ha sido su propósito, ya que la filosofía de lo ético es para él una obra inquisidora, que indaga o desentraña muchos incisos de la axiología como disciplina filosófica y moral.
Los que tuvimos el privilegio de ser alumnos de un maestro del talento intelectual y científico de Andrés Avelino, aprendimos que su pensamiento filosófico tenía como base dialéctica la antinomia, como se consigna en su valiosa bibliografía: El Problema a Antinómico en la Fundamentación de una lógica Pura (1951); El Problema Antinómico de la Existencia o no Existencia de hechos morales. Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía. Mendoza, Argentina, 1949; Los Problemas antinómicos del existencialismo Kierkegaardiano, en Filosofía y Letras, Revista de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. 53-54. Enero-Junio, 1954.
La obra de Rosa Elena El Pensamiento Ético de Andrés Avelino, de la que nos facilitó una copia el profesor y filósofo, Lic. Julio Minaya, se publicó con los prestigiosos sellos editoriales del Instituto Panamericano de Geografía e Historia y la Universidad Nacional de México. La autora se la dedica a sus padres y hermanos.
La doctora Pérez de la Cruz mantuvo una activa relación con los directivos de la Escuela de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y en efecto, participó como disertante invitada en el Primero y en el Segundo Congreso de Filosofía, organizados ambos por esa institución académica en 1999 y en el 2004, respectivamente.
En la primera ocasión disertó sobre Antonio Sánchez Valverde. Desarrolló el tema: La tarea de la filosofía en el contexto de la hermenéutica intercultural. En cada una de sus intervenciones puso de manifiesto su sólida formación filosófica, así como también un amplio dominio de los temas abordados por ella.
Rosa Elena formó parte del equipo de investigación dirigido por la doctora María del Carmen Rovira Gaspar, independientemente de su labor docente en la Universidad Nacional Autónoma de México. Su nombre aparece en ese selecto grupo dirigido por la activa discípula de José Gaas. Fruto de esta labor se han publicado varios tomos dedicados a la evolución del pensamiento filosófico en México, entre ellos Una aproximación a la Historia de las Ideas Filosóficas en México, siglo XIX y principios del siglo XX (1997), en el que aparecen los siguientes artículos con la firma de la Dra. Rosa Elena Pérez de la Cruz: Rafael Obligado, Agustín de la Rosa, Jesús Ceballos Dosamantes, José Vasconcelos y Vicente Lombardo Toledano.
Fruto del mismo proceso de investigación dirigido por la maestra Rovira poseo dos tomos acerca del Pensamiento filosófico mexicano del siglo XIX y primeros años del XX así como también Bibliografía mexicana, filosófica y polémica. Primera mitad del siglo XI, 1993, en los que también aparece el nombre de Rosa Elena entre los compiladores, lo cual es una muestra evidente del sitial alcanzado por esta dominicana, gracias a una vida dedicada al estudio y a la investigación.
Antes de concluir esta triste reseña debo reconocer que mis relaciones con la Dra. Rosa Elena Pérez de la Cruz se intensificaron por tres motivos convergentes: en primer lugar por su amistad con mi esposa, también de Yamasá; por nuestro común interés por la vida y la obra de Pedro Henríquez Ureña y, finalmente, porque le facilité el acceso a las obras de Andrés Avelino que conservo en mi biblioteca.
Su obra quedó inconclusa y su producción dispersa. Toca ahora, a sus familiares y amigos de aquí y de allá, recogerlas en volúmenes como homenaje póstumo a la ilustre profesora y filósofa que honró con su talento y dedicación el nombre de nuestro país en la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México, como otrora lo hizo también en ese mismo centro académico, el insigne humanista y maestro Pedro Henríquez Ureña.