Al escuchar casi siempre en mi vehículo utilitario la canción “Hoy puede ser un gran día”, interpretada magistralmente por el cantautor español Joan Manuel Serrat, viene a la memoria el nombre de la exquisita dama Rosa Torrens, ida a destiempo al igual que su esposo Felipe Gil, antiguo ejecutivo del grupo E. León Jimenes y creador del desaparecido programa Ritmo del Sábado. Rosa Torrens utilizó el nombre de esa emblemática composición musical para producir un espacio que al final se difundía por la emisora Onda Musical, con un excelente contenido cultural, cada canción era precedida de una introducción con rasgos históricos y biográficos de sus intérpretes y autores.

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Mujer de finos modales, locuaz, destacadas amistades, culta en términos artísticos, hospitalaria, con un gran concepto familiar, estudió piano, restauradora de inmuebles, su residencia era punto de encuentro de grandes personalidades como Marcio Veloz Maggiolo, Tomás Troncoso, Lope Balaguer, Mario Emilio Pérez, entre otros. Hacía tiempo que deseaba destacar póstumamente las cualidades de Rosa Torrens de Gil, debí hacerlo en vida, pero me traicionó el destino, que como dice el poeta Tony Raful es una categoría histórica.