Madrid. EFE.- Cuando aún no ha digerido el salto a la primera división de Hollywood que ha supuesto su nominación al Óscar por “Gone”, Rosamund Pike vuelve a la gran pantalla con “What We Did on Our Holiday”, una comedia optimista en las antípodas del “pesimismo cínico” del “thriller” de David Fincher.
“Soy la misma persona de siempre, que siente que la vida es demasiado caótica, pero los Óscar han cambiado mi vida”, admite la actriz británica en una entrevista con Efe con motivo del estreno de la comedia de Andy Hamilton y Guy Jenkin.
Fue precisamente en el último día del rodaje de “What We Did on Our Holiday”, en una playa remota, sin cobertura en el móvil, cuando recibió a través de un mensaje la noticia de que había sido seleccionada para el papel de la oscura Amy Dunne, junto a Ben Affleck.
“No podía decírselo a nadie, tampoco quería hacerlo para no estropear este sentimiento especial del día final de rodaje, así que me lo guardé para mí. Fue emocionante”, señala la que fue chica Bond en “Die Another Day” (2002).
A la mañana siguiente era portada en “The Guardian”, y ya se enteró todo el mundo. El rostro de Pike (Londres, 1979) era conocido también gracias a su participación en otros títulos importantes como “Pride & Prejudice” (2005), “Wrath of the Titans»(2012) o “Jack Reacher» (2012), pero el papel protagonista de “Gone” supuso el espaldarazo definitivo.
“Realmente no he tenido mucho tiempo para pensar, porque nació mi segundo hijo -apenas dos meses antes de los Óscar- y he ido al día. Ahora tengo que volver al trabajo, y es duro decidir”, asegura.
Entre las ofertas a las que ya ha dicho que sí destacan la aristócrata nazi de “HHHH”, un “thriller” sobre el ideólogo de la Solución Final, o “The Mountain between us”, el salto americano del director palestino dos veces nominado al Óscar Hany Abu-Assad (“Paradise Now” y “Omar»).
De momento llega a los cines “What We Did on Our Holiday”, una comedia que encara sin miedo temas amargos como la muerte o el divorcio y que en muchos aspectos recuerda a la exitosa “Little Miss Sunshine” (2006).
Se trata aquí también de una familia imperfecta- un matrimonio separado con tres hijos pequeños que trata de disimular sus desavenencias durante un viaje para celebrar el 75 cumpleaños del abuelo.
Hamilton y Jenkin, directores y guionistas, ya habían ensayado una fórmula parecida en la serie británica “Outnumbered”, que la BBC emitió con éxito entre 2007 y 2014.
“Son niños que se comportan como adultos y adultos que parecen niños”, resume la actriz. En realidad los verdaderos protagonistas son los pequeños, con su inocencia y su espontaneidad, que los directores aprovecharon trabajando con la improvisación.
“Fue muy bonito hacer una película en la que tu misión es altruista, trabajas para que los niños aparezcan excelentes. Me habría encantado tener una oportunidad así de niña”, admite.
“Yo quería actuar desde muy pequeña, pero no sabía cómo hacerlo, no tenía ni idea de cómo conseguir un agente o una audición”, explica esta hija de cantantes de ópera, que no duda, no obstante, de que tuvo una infancia “muy afortunada».
“Crecí pensando que no había una gran división entre el mundo de adultos y el de los niños, porque los adultos podían hacer el tonto, disfrazarse y pretender que eran otras personas, poner caras y voces. Nunca pensé que la infancia fuera algo que tuviera que terminar”, concluye.