El año 2019 finalizará con “volatilidad política” debido a la incertidumbre, la división el PLD y, en general, el adelgazamiento del sistema de partidos, consideró ayer la politóloga y socióloga Rosario Espinal.
“Tenemos un sistema de partidos que ha enflaquecido, que sus mismos líderes y dirigentes han golpeado, y cuando la clase política golpea sus propias instituciones, estamos ante un escenario delicado”, expuso durante una jornada de análisis político, social y económico del país de cara al 2020, realizada en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
La politóloga advirtió que un sistema de partidos que “ha sido sometido a este tipo de azote, es uno que no augura estabilidad política”.
Recordó que esta estabilidad es una característica que ha diferenciado a la República Dominicana de muchos de sus vecinos en la región latinoamericana y caribeña.
Para ilustrar su planteamiento, citó que la más reciente encuesta del Barómetro de Las Américas arrojó que solo el 37 por ciento del electorado dominicano dijo que simpatiza por un partido político.
Detalló que los cuatro grupos más proclives a decir que simpatizan por estas organizaciones son las personas mayores de edad, los empleados públicos, los que se identifican con la derecha política y los que evalúan mejor la economía de RD.
Expuso que el Estado, además de ser corrupto y clientelar, se ha vuelto “asistencialista”, que implica desarrollar programas sociales que impactan en los sectores pobres, pero que ignoran a la clase media, lo que causa resentimiento.
“Esa es una de las estrategias del PLD, sobre todo a partir de 2012, para darle sustento a su gestión gubernamental”, afirmó Espinal, al tiempo que aseveró que ese sistema puede sostenerse mientras no ocurra una crisis económica.
Un año no tan positivo. El economista e historiador Bernardo Vega estimó que en el 2020, al tratarse de un año electoral, la economía dominicana no tendrá un desempeño tan positivo como en el 2019.
Especificó que en el año entrante el país debe prepararse para el impacto de cuatro elecciones potenciales: congresionales, presidenciales, segunda vuelta y las de Estados Unidos.
“Está claro que habrá dos etapas económicas, hasta el día de las elecciones y después de las elecciones”, sentenció Vega.
Asimismo, mencionó el futuro incierto de la central termoeléctrica Punta Catalina, porque sus planes de venta en un período electoral conllevarían un costo político muy alto.
También apuntó como problemas a tomar cuenta el vencimiento del sistema de cuotas del DR-Cafta y la “bomba de tiempo” que representa Haití.