POR ODALIS MEJIA
El coordinador de la Pastoral Juvenil de la Iglesia Católica, padre Luis Rosario, condenó ayer la muerte de más de 10 personas en los últimos días a manos de agentes de la Policía Nacional en supuestos intercambios de disparos.
Rosario lamentó que la Policía Nacional, independientemente del trabajo intenso que tiene, esté acostumbrada a resolver los problemas de delincuencia eliminando a las personas.
Recordó que en el pasado hasta un sacerdote fue eliminado de esa forma, sin ningún tipo de justitificación, simplemente porque pareció sospechoso.
Esta es la forma ancestral, consetudinaria, en la cual la Policía ha tratado de resolver los problemas, expresó Rosario, aunque reconoció que el cuerpo policial se ha estado superando, pero que la muerte no debe ser la primera instancia donde deben resolverse los problemas.
Señaló que la Policía tiene que profesionalizarse más para que aplique otros tipos de intervención. No obstante Rosario reconoció que la Policía tiene que utilizar la represión y eliminación cuando se trata de individuos agresivos.
Rosario indicó que la Policía no debe aplicar la filosofía de muerto el perro se acabó la rabia, porque a todo el mundo hay que darle la oportunidad de la reivindicación.
El sacerdote apuntó que ninguna excusa es suficiente para eliminar a una persona y más aún cuando muchas investigaciones tienen resultados amañados, por lo que a veces caen inocentes.
Indicó que más que represiva la Policía debe hacerse preventiva, y confió en la buena voluntad del jefe de la Policía, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, de que las cosas se hagan de esa manera.
El sacerdote católico habló luego de oficiar una misa por el desarme en la parroquia San Felipe de San Carlos, donde abogó por la abolición de la ley sobre porte y tenencia de armas, ya que la misma sólo ha servido para que el Estado y algunas asociaciones se hayan lucrado con el otorgamiento de licencias.
Rosario planteó la creación de un órgano regulador para el porte de armas compuesto por personas libres de tachas y con criterios humanísticos y que se prohíba la publicidad de armas.