Rossy Rivera, una vez más al frente de la ADD

Rossy Rivera, una vez más al frente de la ADD

damas

La presentación se realizó durante una soleada y hermosa tarde en los verdes y podados jardines de la residencia de la embajadora de Estados Unidos, Robin S. Bernstein, quien sin muchas poses y una gran sonrisa compartió ese momento especial para la entidad, que de paso le obsequió a la diplomática unas delicadas orquídeas, su planta preferida.
A medida que transcurría el día y se escuchaba el canto de algunas aves que revoloteaban entre los árboles, las invitadas iban llegando, muchas con sus vestidos de coctel, en colores pasteles y florales.
La embajadora, que entró justo cuando un grupo estaba posando para un “selfie”, se apresuró para que no la dejaran fuera de esa bonita foto, como catalogaron algunas.
Luego dejaron sus copas un momento para prestar atención al discurso de la una vez más presidenta de la ADD, quien comenzó en toco algo nostálgico al recordar cuando dejó Guatemala y su trabajo en el que tenía 25 años, a su madre de 85 años, sus nueve hermanos y 25 sobrinos… Pero a los dos meses de llegar al país la invitaron a una reunión de la asociación en la que la hicieron sentir como “en familia” y al involucrarse en los proyectos que realizan a favor de la niñez, “fue cuando le encontré sentido al cambio en mi vida”.
Tanto así que por tercer año consecutivo está asumiendo la presidencia de esta asociación. “Agradezco de todo corazón la confianza de las socias”, expresó.
Sobre la labor que realiza la ADD finalizó diciendo que sus metas cada año son más “desafiantes, por eso, con la ayuda de Dios le pondremos alma, corazón y vida para lograrlas”.
Posterior a su intervención, el grupo hizo una oración y todos guardaron un minuto de silencio por la tragedia ocurrida en su país la semana pasada con un accidente vehicular que dejó alrededor de 18 muertos.
Luego fueron convidadas a seguir disfrutando y conversando el resto de la tarde, además de posar para la foto oficial, en la que incluyeron a Robin Robin S. Bernstein recibiendo su orquídea.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas