ASUNCIÓN (AP).- Unos 50.000 paraguayos disfrutaron del talento de artistas locales e internacionales durante el festival “Música versus hambre” organizado por el despacho de la primera dama Gloria Penayo, con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La iniciativa logró su objetivo de recaudar 300.000 dólares por la venta de boletos de entrada.

Las gradas del estadio de fútbol Defensores del Chaco, más las butacas móviles instaladas sobre el césped, quedaron totalmente ocupadas.

Entre el público estuvo, precisamente, el presidente Nicanor Duarte y otras personalidades locales como Nicolás Leoz, titular de la Conmebol.

Aunque el australiano Ronan Keating y el británico Paul Young fueron gratificados con prolongados aplausos, el público sólo explotó de alegría cuando el dominicano Chichí Peralta cantó sus más populares creaciones acompañado por su propio coro y por la orquesta dirigida por el italiano Renato Serio.

El merengue y la salsa ganaron el lugar más destacado del espectáculo a medida que Peralta iba transmitiendo entusiasmo e impregnando de ritmo al público.

Los adolescentes, por su lado, disfrutaron particularmente las románticas canciones del joven argentino Axel, mientras los más adultos ensayaron algunos pasos de baile y hasta corearon varias creaciones del italiano Al Bano, cuyo apogeo artístico llegó en los años 80.

La popularidad del argentino Alejandro Lerner quedó reflejada cuando fue recibido con bullicio y cariño, respondiendo a la espectacular bienvenida con el canto de sus más notables creaciones.

La israelita Noa sorprendió con un par de canciones con mucho ritmo, además de exhibir una amplia sonrisa, ganándose la simpatía de la multitud.

Al terminar su participación, Noa dijo a los periodistas que la iniciativa de “realizar este festival es admirable porque hablar de hambre es fácil, pero sentirla y sufrirla es muy triste y duro. Esperamos que la solidaridad consiga disminuir este flagelo”.

Keating también comentó que “a veces no nos percatamos que unos 500 millones de individuos cada noche se disponen a dormir con hambre; todavía tenemos mucho por hacer para vencerla”.