Putin logró que 22 jefes Estado, otras 15 naciones y 6 jefes de organismo internacionales, incluyendo al secretario general de la ONU, atendieran su invitación para asistir a la XVI Cumbre de los BRICS+. Esta agrupación de naciones, hoy por hoy, representa los mejores intereses del “Sur Global”.

Surgido hace 15 años por las naciones fundadoras –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- se ha ganado un gran espacio de legitimidad como voz de los países marginados de los centros de poder internacionales. Ello quedó demostrado en la XV Cumbre con la entrada de 5 nuevos integrantes y las solicitudes de casi 20 más. Ahora, en Kazán, se agregaron nuevos socios dispuestos todos a reforzar la unidad ante las ambiciones hegemónicas de las grandes potencias occidentales. No es contra ellas, pero estas lanzado una campaña contra los BRICS.

No importa la forma caprichosa en que algunos pretendan presentarla para disminuir su importancia. Juntos suman un PIB global de 60 millones de millones de dólares frente a los 50 millones de millones del G7, equivalente al 36% del PIB global frente al 29%. Es lógico, la potente entidad comprende a China que sola tiene el 18% del PIB mundial y contribuye con 30% al crecimiento de la economía planetaria. Consecuentemente, es inútil intentar ignorar que los BRICS+ resultan un motor estratégico del crecimiento económico global. Lejos de amortiguarse, ese efecto se incrementará constantemente.
Los llamados países emergentes miran a los BRICS+, y dentro de ella a China con una política consecuente de cooperación con el Sur Global como así lo atestigua, entre otras acciones, el impresionante programa de la Franja y la Ruta de la Seda. Solo de enero a septiembre de 2024 el comercio exterior de Beijing marcó 648 mil millones de dólares con el grupo a un ritmo de crecimiento anual del 5,1%. Xi Jinping describió la Cumbre como un “hito” y llamó a profundizar la colaboración y luchar por la paz mundial.

El Banco de Desarrollo de los BRICS, primero de naciones emergentes, es un instrumento para apoyar programas de desarrollo habiendo financiado 90 proyectos por 38 mil millones de dólares al Sur Global. Impulsa, además, el uso de monedas nacionales, en tanto se crea una propia.

No importan los intentos estériles de minimizar a los BRICS. Objetivamente, tanto Putin como los BRICS+ se anotaron un relevante éxito geopolítico.