La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy la llama olímpica en el Palacio presidencial de Planalto y afirmó que el país «está listo» para organizar «los mejores Juegos Olímpicos del mundo» en Río de Janeiro, pese a su crisis política.
«Brasil será capaz, conviviendo con un período difícil, crítico para su historia y la democracia», de ser «el mejor anfitrión que los Juegos Olímpicos haya conocido», declaró Rousseff, que se enfrenta a un juicio parlamentario con miras a su destitución.
El fuego olímpico llegó hoy a Brasilia procedente de Ginebra, donde hizo una escala después de haber sido encendido el pasado 21 de abril en la ciudad griega de Olimpia.
Desde el aeropuerto fue transportado en una linterna hasta el Palacio de Planalto, donde fue entregado a Rousseff en una ceremonia a la que asistieron autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI) y del comité organizador de Río 2016.
En un breve discurso, Rousseff hizo una alusión indirecta a la grave crisis política que sufre su Gobierno, aunque sin citar en forma clara la posibilidad de que se vea obligada a separarse del cargo la semana próxima si el Senado da luz verde a un juicio político con fines destituyentes.
«Sabemos de las dificultades políticas que existen, conocemos la inestabilidad política», declaró la mandataria, aunque aseguró que, pese a todos sus problemas, Río de Janeiro y el propio Brasil serán «capaces» de celebrar «los mejores Juegos Olímpicos del mundo».
Rousseff hizo una detallada explicación de la preparación de Río de Janeiro para la mayor justa deportiva del planeta, que comenzará el próximo 5 de agosto, y aseguró que el país «ha trabajado mucho» y lo seguirá haciendo hasta el propio día de la inauguración.
«Prácticamente todas las instalaciones deportivas están listas. Las 39 pruebas realizadas hasta ahora, de un total de 45, han sido un éxito. La estructura para la prensa está lista, el laboratorio antidopaje está listo, el plan de seguridad está listo», aseguró.
Antes de encender una pira con el fuego llegado desde Atenas a las puertas del palacio presidencial, Rousseff también invitó a todos los brasileños «a contaminar todo el país con el espíritu olímpico» y a «celebrar este símbolo de la paz entre las naciones».
En esa pira, la exjugadora de voleibol Fabiana Claudino, quien ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, encendió una antorcha que durante esta jornada recorrerá, de mano en mano, unos 105 kilómetros por todo el Distrito Federal de Brasilia.
Luego de su paso por Brasilia, la antorcha comenzará su recorrido por otras 329 ciudades de todo el territorio nacional hasta llegar al mítico estadio de Maracaná el 5 de agosto, cuando se inaugurarán los Juegos de Río 2016.