Brasilia. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, convocó hoy a sus ministros del área política para analizar la situación de su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, que fue sacado de su casa por la policía para declarar sobre asuntos de supuesta corrupción.
Fuentes oficiales dijeron a Efe que en la reunión participan los ministros de la Presidencia, Jaques Wagner, de la Secretaría General, Ricardo Berzoini, de Información, Edinho Silva, y de Justicia, Wellington Lima, así como el abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo.
La reunión fue convocada por Rousseff después de que la Policía Federal inició una vasta operación vinculada a las corruptelas en la estatal Petrobras, que comenzó con un allanamiento a la residencia de Lula, así como también en casas de miembros de su familia y algunos empresarios allegados al exmandatario.
Salvo el ministro de Justicia, que asumió su cargo este jueves, el resto de los participantes en la reunión convocada por Rousseff pertenecen al Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula en 1980 y que es la formación más salpicada por los escándalos que se investigan en Petrobras.
El Gobierno aún no ha reaccionado de forma oficial frente a la operación, pero el presidente del PT, Rui Falcao, convocó a la militancia del partido a “movilizarse” ante lo que calificó de “momento grave, en que se monta una operación política, un espectáculo mediático en torno a Lula y su familia».
Lula es investigado desde hace semanas por los supuestos delitos de ocultación de patrimonio y blanqueo de dinero, aunque la Fiscalía añadió hoy que también es sospechoso de enriquecimiento ilícito. Decenas de personas afines o adversarias del expresidente se han concentrado frente a su residencia y a la comisaría en que presta declaración para manifestarse y llegaron a liarse a puñetazos frente a la propia policía, los periodistas y muchos curiosos.