BRASILIA. AFP. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, completará mañana la mitad de su mandato con una popularidad récord, pero acosada por la desaceleración de la economía que también aguó el festejo por los 10 años de la llegada de la izquierda al poder. La heredera política del expresidente Lula da Silva consiguió en estos dos últimos años lo que parecía improbable: codearse en popularidad con su mentor, y convertir su sobrio estilo de gobierno en principal alternativa del Partido de los Trabajadores para las elecciones 2014.
«Dilma llega a la mitad de su mandato con una evaluación mejor que la de sus antecesores», dijo Marcos Coimbra, sociólogo.