BRASILIA. AFP. La presidenta brasileña Dilma Rousseff negocia personalmente un pacto político que le permita escapar al impeachment y no descartó celebrar nuevas elecciones si la población quiere cambiar el sistema partidario actual, al que considera «exhausto». Suspendida de su cargo y reemplazada por su vicepresidente Michel Temer, con quien está agriamente enfrentada, Rousseff dijo que dará a conocer la iniciativa en una carta que aún no tiene fecha de divulgación. «Si tiene que haber nuevas elecciones siempre estaré a favor. Solo hay que considerar una cosa: no habrá democracia si mi mandato no es restablecido. Para que pueda haber cualquier tipo de proceso tiene que ser restablecido mi mandato y ahí se podrá consultar a la población y ver qué se hace», dijo este martes. «La única forma de interrumpir el mandato de un presidente es si el pueblo brasileño así lo quiere a través de un plebiscito», añadió en un encuentro con corresponsales extranjeros en Brasilia. Altamente impopular, sitiada por una profunda crisis económica y con su Partido de los Trabajadores ametrallado de acusaciones de corrupción ligadas a una red de sobornos en Petrobras, Rousseff dijo que conversa personalmente con políticos y dirigentes de la sociedad civil para lanzar un amplio acuerdo que le permita recuperar su cargo y renovar el acuerdo democrático, que, dice, fue quebrado con el juicio político en su contra.
La mandataria está siendo juzgada por el Senado, acusada de haber manipulado las cuentas públicas y autorizar gastos sin la venia del Congreso en 2014, año de su reelección, y a inicios de 2015. El calendario previsto marca que su sentencia se conocerá a mediados de agosto. Si es hallada culpable perderá su cargo.