Rousseff recibirá mañana la llama de Río 2016 al borde de un «impeachment olímpico»

Rousseff recibirá mañana la llama de Río 2016 al borde de un «impeachment olímpico»

Brasilia. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibirá mañana en Brasilia la simbólica antorcha de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en momentos en que se enfrenta a la cada vez más probable amenaza de sufrir un «impeachment olímpico».

Rousseff, sin tener ninguna certeza de que encabezará el acto de apertura de los Juegos Olímpicos el próximo 5 de agosto en Río de Janeiro, presidirá mañana la ceremonia oficial en que la antorcha olímpica tendrá su primer encuentro con los brasileños.

La antorcha recorrerá mañana un total de 104 kilómetros por el Distrito Federal de la capital brasileña y tocará primero el Palacio presidencial de Planalto, donde Rousseff encabezará los actos junto a autoridades del Comité Olímpico Internacional (COI) y del Comité Organizador de Río 2016.

Al otro lado de la Explanada de los Ministerios, amplia avenida de Brasilia en la que sitúan todos los edificios del poder público, el Senado estará analizando el proceso que, la semana próxima, puede separar a Rousseff del cargo durante los 180 días que duraría un juicio político que posiblemente acabe con su destitución.

Si el proceso fuera iniciado, a mediados de este mes el poder sería asumido por el vicepresidente Michel Temer, desde hace semanas enemistado con la jefa de Estado y a quien correspondería entonces inaugurar los Juegos de Río 2016.

Desde el palacio presidencial, la antorcha comenzará un trayecto que tendrá como primera escala la vecina sede del Parlamento, a la que llegará en manos de Fabiana Claudino, jugadora de voleibol que ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012.

Entre las 143 personas que llevarán la llama por Brasilia habrá otras figuras que participaron en su época en Juegos Olímpicos, como los atletas Joaquim Cruz, Joilto Bonfim y Leandro Macedo, las jugadoras de voleibol Leila Barros y Paula Pequeno, el nadador Hugo Parisi, el baloncestista Joao Vianna y el futbolista Lucio.

«Levantar la antorcha será como subir al podio y besar la medalla olímpica», declaró Leila Barros, actual secretaria de Deportes del gobierno regional de Brasilia y bronce en los Juegos de Atlanta’96 y Sydney 2000.

También estará la primera brasileña que tuvo el fuego olímpico en sus manos. Lara Leite de Castro, hoy de 44 años, ganó un sorteo hace 24 años y el premio era un viaje a España, donde condujo la antorcha por las calles de Sevilla en el recorrido previo a los Juegos de Barcelona’92.

«Aquella experiencia fue inolvidable, pero creo que ahora será mucho más intenso e increíble, ya que estaré en mi propio país, con mi familia y mis amigos cerca, con una emoción diez veces mayor», dijo Leite de Castro antes de su reencuentro con la antorcha.

La llama de Río 2016 fue encendida el pasado 21 de abril en la ciudad de Olimpia y durante una semana recorrió distintos puntos de Grecia, pasó por campos de refugiados y le fue entregada a Brasil en el estadio Panathinaicó, de Atenas.

Desde la capital griega partió hacia la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, pasó por el Museo Olímpico de Lausana y siguió hacia Brasil, donde después de pasar por la capital recorrerá otras 328 ciudades de todas las regiones del país.

En total, será un recorrido de unos 20.000 kilómetros hasta Río de Janeiro, sede de los primeros Juegos Olímpicos que se celebrarán en Sudamérica, que serán inaugurados el 5 de agosto en el estadio Maracaná y concluirán el día 21 de ese mismo mes.

Un día antes de la apertura oficial en Río de Janeiro, Brasilia recibirá el partido inaugural de la competición de fútbol masculino, en el que el equipo anfitrión comenzará frente a la selección de Suráfrica el camino hacia el oro olímpico que jamás ha obtenido.

En el campo estará seguramente ese día Neymar, jugador del FC Barcelona que promete ser una de las principales figuras del torneo olímpico de fútbol.

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