WASHINGTON. AFP. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, homenajeó ayer en la Casa Blanca a la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, en la víspera de una serie de reuniones que deberán marcar el relanzamiento de la relación bilateral.

Obama recibió a Rousseff en la Casa Blanca para una cena con un grupo de 20 invitados, en la que cada mandatario estaba acompañado de ministros o asesores. Rousseff estaba ladeada por su canciller, Mauro Vieira, y su ministro de Defensa, Jaques Wagner, al tiempo que Obama era flanqueado por su vicepresidente, Joe Biden, y Susan Rice, su asesora de Seguridad Nacional. En la tarde Rousseff se sumó a Obama en una visita conjunta a los monumentos en homenaje al líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., al centro de Washington.

Rousseff mantendrá hoy una larga reunión con Obama en el Salón Oval de la Casa Blanca, en un encuentro que ambos países consideran el primer paso en un nuevo capítulo de las relaciones bilaterales. Los lazos entre Brasília y Washington sufrieron en 2013 ante revelaciones de que la NSA había interceptado teléfonos de Rousseff.