CRUCE DE BLANCO, BONAO. El café, uno de los cultivos de importancia económica para el país, atraviesa por una de las peores crisis en los últimos 20 años, por el ataque de la roya.

Su solución a mediano y largo plazos está en vía de solución, con la ejecución de programas de rehabilitación y de mejoramiento de plantaciones en las zonas alta, media y baja de esta zona, según explica Luis Henríquez, expresidente de la Asociación de Caficultores Independencia, que tiene un programa de ayuda de la Fundación Falcondo y el Consejo Dominicano del Café (Codocafé). Los caficultores están exportando parte de su producción a los mercados de Estados Unidos y Europa.

A los productores de café de Cruce de Blanco les fue tan mal en la recién pasada cosecha, que sólo pudieron recoger entre 7 y 8 libras por tarea, debido al ataque de la roya del café, enfermedad que defolia las matas y está en todo el país. Los caficultores están renovando sus plantaciones con algunas variedades tolerantes a la roya. El programa incentiva la siembra de plantas genéticamente mejoradas y la aplicación de técnicas de manejo y control de sombra y poda, renovación y establecimiento de nuevas plantaciones, según el líder campesino Hipólito Núñez.