ROZANDO LA MALLA
Aguayo, llámeme

<STRONG>ROZANDO LA MALLA<BR></STRONG>Aguayo, llámeme

JOSÉ CÁCERES
j.caceres@hoy.com.do
Ayer leí la interesante columna de Héctor J. Cruz, a quien felicito por su premio ganado en la ACD, sobre una inquietud que tiene el señor Rafael Aguayo, de Santiago, sobre la formación de Pabellones de la Fama para reconocer figuras en el país.

Me agradaría que Aguayo me llamara al 809-284-9239 para ofrecerle una explicación sobre el nacimiento del “Altar de la Inmortalidad” que presido y acaba de hacer su primera entrega, con rotundo éxito.

Sin embargo, le adelantaré que Santo Domingo nació como provincia en el 2001 tras una ley aprobada en el Congreso Nacional. Por eso, Domingo Batista fue el primer síndico, Tony Rutinel, el primer Senador y Manuel Jiménez, uno de sus diputados. Tiene más de 1.2 millones de habitantes y una gran cantidad de figuras del deporte que sobresalieron en diferentes facetas del deporte.

Es más, el Altar de la Inmortalidad nació tarde, debió haber iniciado en el 2002. Mientras existan personas que, con criterio propio, ética, sin afanes de lucro y enamorados del deporte, deben seguir surgiendo entidades para reconocer. Aguayo, anímese y haga el de Santiago.

Publicaciones Relacionadas