Ayer, el joven jugador de baloncesto, Al Horford, de Atlanta en la NBA, visitó las oficinas de Felipe Payano y allí compartió con la prensa deportiva por tercera ocasión en algo más de un año.

La primera vez que vino fue al ganar los dos títulos  de la NCAA con la Florida, luego tras ser sorteado por Atlanta, y ahora ya con un año de experiencia en la NBA.

Horford es un joven bien formado, con sólida formación hogareña y tiene los pies sobre la tierra.

Tiene el cielo como límite para triunfar y va rumbo allá.

Horford dio cátedras de comportamiento. No le tiene miedo a las preguntas duras sobre su trabajo y tiene sus criterios bien claros en su cabeza.

Al y el periodismo

El jugador de Puerto Plata está empeñado en terminar su carrera de periodismo con mención televisión.

Con una gracia increíble, Al comentó que tomó dos materias y cuatro días después de concluir la temporada comenzó a asistir a clase en la Universidad con su mochila, mascotas y libros.

Dijo que sus compañeros de aula, al notar su presencia, mostraron extrañeza y sorpresa, ver que un jugador de la NBA estaba en un aula como todo un ser humano común y corriente.

Eso habla muy bien de cómo está pensando Al Horford sobre su futuro cuando lleguen los días del retiro, que será inevitable.

Prepararse académicamente es la mejor señal y el mejor ejemplo que le puede dar a los jóvenes que lo siguen.

Horford y FEDOMBAL

Ayer, en la conferencia de prensa, le preguntaron a Al Horford si estaría con el equipo dominicano en  Centrobasket del mes próximo.

El jugador de Atlanta dijo con una sinceridad que le brotaba por los poros  que no había recibido invitación alguna de parte de la Federación de Baloncesto.

Que tampoco esa institución nunca le había dado en las categorías menores y que no sabía nada, aunque su deseo por representar el país es inquebrantable.

Frank Kranwinkel, un ser justo

Con el “tío” Frank Kranwinkel, hoy inmortal del basket dominicano, me une una bonita amistad que incluye mi familia desde hace más de 18 años.

Es un ser con muchas virtudes, claro, también es Zaiter y siempre trata de ser justo, sin importar el momento.

Es uno de los principales asesores de Al Horford y este joven lo aprecia mucho y lo distingue.

Frank es un hombre de ideales claros, defiende su verdad con vehemencia y tiene ganado un sitial en el país y fuera de aquí.