RU cambiará la agricultura tradicional por agroecología

RU cambiará  la agricultura tradicional por agroecología

El Reino Unido se abocará en los próximos años a llevar a cabo un cambio radical en la agricultura a través de la agroecología.
Un informe de la Comisión para la Alimentación, Agricultura y el Campo (RSA, en sus siglas en inglés), respaldado por las principales fuerzas políticas del país, explica que la «agroecología» supone avances en la agricultura orgánica y la reforestación inteligente de bosques, que combinen árboles con cultivos y pastos para ganado.
Recomienda respuestas tan simples y a la vez tan lógicas como «apoyar la cría vacuna y de corderos en aquellos lugares donde lo más fácil de cultivar es la hierba». El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, se ha comprometido nada más recibir el informe a incrementar las ayudas destinadas a los agricultores y ganaderos dispuestos a emprender estos cambios.
El informe, en el que han participado expertos en la industria agroalimentaria y en políticas medioambientales y de sanidad, describe los últimos 70 años como un proceso destinado a crear alimentos cada vez más baratos que ha tenido consecuencias «perversas y perjudiciales». Los precios a los que venden hoy en día los productores son baratos, y los alimentos en los supermercados tienen precios cada vez más bajos, pero «el verdadero coste de estas políticas es simplemente trasladado al resto de la sociedad: un medioambiente degradado, una espiral de mala salud y núcleos urbanos más empobrecidos».
«El Reino Unido tiene la tercera alimentación más barata entre los países desarrollados, pero el mayor riesgo de seguridad alimentaria en toda Europa», dice el informe. Con datos concretos, salpicados en todo el documento, se ilustran las consecuencias a largo plazo de estas políticas. «Simplemente el coste para el Servicio Nacional de Salud de una de estas enfermedades relacionadas con una dieta pobre, la diabetes tipo 2, se acerca a los 30.000 millones de euros al año», indica.
Los expertos señalan que las medidas que se adopten en los próximos 10 años pueden ser fundamentales. Y señalan, desde el lado positivo, que la ciudadanía ha comenzado a tomar conciencia de la dimensión del reto. Surgen cada vez más llamadas de atención y movimientos colectivos que exigen que se adopten las medidas necesarias para combatir esta amenaza.
Sectores apoyan estas iniciativas
«Desde los alumnos de las escuelas a los accionistas de las empresas, o desde las industrias agrícolas y alimentarias, por todas las comunidades del Reino Unido, estamos encontrando respuestas a favor del cambio necesario», dice el informe, que incluye en sus conclusiones las quejas de muchos de los protagonistas de esta situación: «Soy un ganadero y no puedo permitirme la misma comida que he producido. ¿No es algo ridículo?», dice James, un productor de carne de oveja del distrito británico de Peek.

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