Rubby Pérez contagia con calidad interpretativa  en el Jaragua

Rubby Pérez contagia con calidad interpretativa  en el Jaragua

POR REYES GUZMÁN
Rubby Pérez se define la voz más alta del merengue y por las demostraciones que hizo el viernes en el concierto “20 años de historia, que cante el cantante”, se gana la clasificación del hombre más responsable en interpretar un variado repertorio. El salón La Fiesta del Jaragua lució casi lleno y el público disfrutó no sólo merengues, sino boleros y una salsa con mensajes cristianos.

Una orquesta dirigida por Manuel Tejada le acompañó y salió airoso de una producción simple, sin muchos datalles, pero con la calidad que lo caracteriza a la hora de cantar.

“Tú vas a volar”, “Tus besos”, “Hipocresía”, “Enamorado de ella”, “Fiesta para dos”, “Veneno”, “Tonto corazón”, “Volver锠 y “Yo sé que es mentira”, formaron parte de la selección.

Rubby agradeció la presencia de la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández; del jefe de la Policía Nacional, Bernardo Santana Páez y de personalidades de las embajadas de Venezuela y Estados Unidos. 

Su éxito “Pero ajeno” fue el más aplaudido y coreado, pero lo más gozado resultó el popurrí  con “El africano”, “Solimán” y otros merengues del pasado.

A las 12:30 dijo adiós, usando el mismo recurso de otros artistas para medir la temperatura de aceptación. Con la solicitud de otra, otra, volvió con “Son amores” apoyado en la segunda voz que hizo su hija. Con la repetición de “Perro ajeno” finalizó a las 12:38.

COSITAS Y COSOTAS

El concierto estaba pautado para las 10:00 de la noche y comenzó a las 11:07.

Tres pantallas al fondo del escenario le servían de adornos.

La temperatura estaba demasiado fría y muchos del público se doblaban como culebras. Sabemos que el acondicionador de aire está perfecto.

Pérez besó en la boca a su pequeña y a la gente le gustó.

En dos ocasiones Rubby demostró que se le olvidaba el orden de los temas a cantar. Manuel Tejada lo salvaba.

Un tema popularizado por Fausto Rey e interpretado a la perfección le mereció aplausos.

Algunas parejas aprovecharon para bailar.

El equipo de producción  debió  poner algunos elementos escenográficos y coreográficos para que la presentación no sólo fuera un vaciado del repertorio. Le faltó ese detalle.

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