Hoy 
RAFAEL MOLINA MORILLO
Amante de las artes, el padre de los hermanos Suro bautizó a sus dos hijos veganos con nombres ilustres de la pintura y la poesía universales: el del bardo centroamericano Darío, y el del pintor clásico Rubens. Talvez esperaba que uno y otro hijos descollaran como poeta y como pintor, respectivamente, para que hicieran así honor a sus nombres.
Pero la cosa le salió al revés, pues Darío, con nombre de poeta, se convirtió en uno de los principales maestros de la pintura dominicana, mientras que Rubens, con nombre de pintor, está firmemente enclavado en el Parnaso de la poesía nacional.
Darío Suro falleció hace poco dejando tras de sí una riquísima obra pictórica. Sobre Rubens a quien muchos conocen como Ruben, sin la «s» final- he recibido una cartita del buen amigo Pedro Conde Sturla que transcribo a continuación, porque se explica sola y va directa al grano. Dice así:
«Hace un par de semanas, hablando con Harold Priego en mi despacho del Palacio de la Esquizofrenia -Cafetería Restaurante el Conde-, tocamos el tema de Ruben Suro y la Feria Internacional del Libro. Concretamente nos preguntamos por qué no se celebra una Feria en honor a un poeta dominicano vivo y por qué no se anuncia y se celebra una Feria en honor y homenaje a ese Ruben Suro a quien Manolito Mora el Serrano considera, con justa razón, el mejor poeta dominicano popular culto.
Yo, a título de orgullo, fui responsable de la recopilación, edición y estudio de su único libro publicado, Poemas de una sola intención, que es una joya. En orden sucesoral, correspondería una Feria del Libro en homenaje a Víctor Villegas y Lupo Hernández Rueda juntos. Esta es una propuesta no desinteresada, sino al contrario. Tengo todo el interés, como dijo no textualmente el maestro de maestros, en que reconozcamos a nuestros grandes vivos antes de que sean nuestros grandes muertos».
La idea queda lanzada.
