Para nadie es un secreto que el robo es castigado por los estamentos de la justicia en todo lugar del mundo.

Pero como en todo caso hay excepción, y en esta ocasión nos referimos al juego de baloncesto de la NBA, en donde los ladrones de balones no son castigados por los jueces encargados de decidir una jugada.

Incluso, estos estafadores de balones son admirados por los seguidores de sus respectivos equipos y valorados por lo entendido de este deporte.

En la actualidad el armador español Ricky Rubio, de Minnesota Timberwolves, encabeza el encasillado de bolas robadas en el mejor baloncesto del mundo con un total de 75 en 28 partidos que ha jugado su equipo. Seguido muy de cerca por el también armador Chris Paul, de los Angeles Clippers con 74 en 30 juegos.

Más distantes figuran Paul George (Indiana Pacers) con 57, John Wall (Washington Wizards) 57, Monta Ellis (Dallas Mavericks) 53, Stephen Curry (Golden State Warriors) 52 y Kawhin Leonard (San Antonio Spurs) 51.

De su lado, el novato sensación Michael Carter-Williams, de los Sixers de Filadelfia, lidera el pelotón de jugadores con un promedio de 3.0 balones robados por partido, pero con un total de 51 en lo que va de campaña.

Seguido precisamente por Ricky Rubio con 2.7, Chris Paul 2.5, John Wall 2.2, Dwyane Wade , de Miami Heat, 2.1, Paul George 2.0 y Tony Allen, de Memphis Grizzlies, con 2.0

El mejor robador de bolas de todos los tiempos en la NBA ha sido John Stockton con 3.265, Jason Kidd 2,681, Michael Jordan 2.514, Gary Payton 2,445 y Maurice Cheeks con 2,310.