¡Rúcula, disfrútela como quiera!

¡Rúcula, disfrútela como quiera!

Tímidamente, cubierta por una bolsa de plástico, está en los anaqueles de  hortalizas en el supermercado, pero no por ello es menos nutritiva y rica que sus pares.

Esta hierba, que pertenece a la familia de las hortalizas, es menos popular que las demás, quizás porque es menos conocida. Sin embargo, es una excelente fuente de minerales y vitaminas, y lo mejor de todo es la frescura que aporta al organismo, lo que la hace ideal para la temporada de verano.

Entre las vitaminas y minerales que contiene destacan el potasio, el magnesio, el hierro, las vitaminas C y K, así como  betacarotenos y aminoácidos.

Con esta hortaliza podemos preparar innúmeras recetas, todas muy fáciles y rápidas. Una que se elabora en  un  “santiamén” es  una rica ensalada de rúcula con mozzarella, garbanzos y tomate. Solo requerirá el tiempo que le toma  cortar todo y aderezarlo. ¡Está listo en seguida! Pero igualmente puede saborearla en pizzas, con  mariscos, en ensaladas de frutas,  o simplemente, comerla  sola.

El origen de esta hortaliza se sitúa  en Roma, desde donde su cultivo pasó    al Mediterráneo y una vez ahí, a Italia y España.

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La rúcula

Esta hierba era utilizada como ensalada por los romanos.  Su sabor es un poco  picante y  medio ácido. Es ideal para añadir a cualquier ensalada o hacer ensaladas con ella sola. Mezcla muy bien  con papas, tomates, quesos, pizzas y todo tipo de pastas.

Cómo seleccionarla

Tiene que estar   bien fresca para apreciar su sabor y disfrutar su refrescante  color.  Es una de las hierbas favoritas en  Francia e Italia, lugares donde la  consumen mucho en ensaladas.

Características 

Es  una planta semierguida muy ramificada. Sus hojas son verdes y  miden entre   20 a 30 centímetros  de  largo. Esta hortaliza es  similar al berro.

Recetas

Pizza de mozzarella, tomate y rúcula

Para la masa

1 1/2 tazas de agua

1 1/2 cucharadas de levadura de cerveza

1 cucharadita de sal

410 gramos  de harina

Para el relleno

6 dientes de ajo

1 taza de queso mozzarella rallado

1 taza de rúcula fresca lavada

1 pizca de pimienta

1 cucharada de aceite de oliva

1 tomate cortado en rodajas

Preparación. En un bol, disolver la levadura con media taza de agua, incorporar 125 gramos de harina y mezclar bien. Añadir el resto del agua, la harina y la sal y mezclar bien. Tapar  y dejar reposar hasta que se esponje, por aproximadamente una hora. Amasarla sobre una superficie enharinada hasta que la masa quede  suave y flexible, más o menos por 15 minutos. Volver a un bol enharinado y cubrir con papel. Dejar levar 2 a 3 horas en un lugar seco y caliente (por ejemplo, cerca del horno), hasta que duplique su tamaño. Desinflar la masa y estirarla. Dividir la masa en dos y dejar reposar  otros 10 – 15 minutos.  Mientras tanto, precalentar el horno bien caliente (220 °C). Estirar la masa, ya sea con las manos o con la ayuda de un  palote. Colocarla sobre una pizzera ligeramente aceitada, pintarla con aceite y llevar al horno por aproximadamente ocho minutos. Retirar y cubrir con el queso  mozzarella, las rodajas de tomate y los dientes de ajo. Unos minutos antes de retirar del horno, colocar las hojas de rúcula, rociar con un chorrito de aceite y condimentar con pimienta a gusto. Volver a poner al horno hasta que se haya dorado, y ¡listo! ¡A disfrutar!

Ensalada de mozzarella, tomate y rúcula

2 de bolas de mozzarella

1 bolsa de rúcula

4 de tomates

 500 ml. de vinagre balsámico

Aceite de oliva

Sal

Preparación.  Limpiar la rúcula, escurrir y reservar. Cortar la mozzarella en rodajas y reservar. Lavar, secar y cortar los tomates por la mitad y hacer lámina. Poner en un  tazón  el vinagre y dejar reducir a fuego lento hasta obtener una textura de caramelo líquido.    Disponer en la base de un plato los tomates, la rúcula y la mozzarella y  aderezarlo   todo con aceite de oliva, sal  y unas gotas  de balsámico.

Ensalada de mozzarella, tomates, garbanzos y rúcula

1 bola de mozzarella

1 tomate grande

1 lata de garbanzo

1/2 bolsa de rúcula

2 cucharadas de aceite de oliva

1 limón

1 cucharada de albahaca.

Preparación. Cortar la mozzarella en cubitos, abrir la lata de garbanzos y escurrir, lavar la rúcula y cortar, lavar  los tomates y cortarlos en cuadritos.  Poner todo en un tazón. Para el aderezo, exprimir el limón, mezclarlo con el aceite de oliva y la sal y verter sobre los ingredientes en el tazón, mover y, finalmente,  rociar la albahaca seca.

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