POR HOLLY YEAGER, En Washington

En los días que siguieron el ataque a las torres gemelas, Rudy Giuliani llegó a conocerse como el ¡Alcalde de EEUU”, admirado en Nueva Cork y más allá, por su calma y liderazgo. Ahora se dispone a tratar de convertir ese título  honorario en uno oficial, mientras contempla postularse para la Casa blanca en 2008.

El señor Giuliani insiste en que esperará hasta después de las elecciones de medio término en noviembre parta tomar una decisión sobre si entre en la carrera republicana, que se está perfilando como la contienda más abierta por la nominación presidencial del partido en más de 40 años. Sin embargo, cuando el aniversario del 11 de septiembre llega, ha aumentado el interés en su potencial como candidato.

El señor Giuliani se ha mantenido activo, tanto como un candidato, en apariciones de campaña a favor de los republicanos en las disputadas carreras congresuales, visitando estados con primarias tempranas y distribuyendo dinero de su comité de acción política por todos los Estados Unidos. Las encuestas muestran que los electores están tomando nota. Un sondeo de FoxNews/Opinión Dynamics este mes lo sitúa en la punta de los candidatos presidenciales republicanos, con 27% de los votos, seguido de cerca por John McCain, el senador por Arizona.

Pero mientras que la reputación del señor Giuliani como líder y su apreciable fuerza sobre la seguridad nacional lo han impulsado a una ventaja temprana, hay factores que pesan con fuerza en su contra. El más importante es su posición ante algunos temas sociales calientes, que le vinieron bien en Nueva York, pero que lo enfrentan a los conservadores que desempeñan papeles decisivos en el proceso de nominación nacional.

“¿No saben los republicanos que el está a favor de la opción, del control de armas, del matrimonio entre homosexuales, o es que no les importa?, preguntó Meter Bown, director ayudante del instituto de encuestas de la Universidad de Quinnipiac.

También el señor Giuliani pudiera enfrentar problemas en otras áreas. Los pro libertades civiles han criticado su historial como alcalde, y su récord como fiscal federal también enfrentaría un nuevo escrutinio. Igualmente, la lista de clientes de Giualini Partners, la compañía de inversión y consultas que abrió  después que dejó el cargo de alcalde.

También es probable que enfrente interrogantes sobre la complicada ruptura pública de su matrimonio con Donna Hanover, sus vínculos con Bernard Kerik, quien fuera comisario de policía una vez, que se vio obligado a retirar su nominación como secretario se seguridad del territorio nacional por el señor Bush, después que se hicieran acusaciones sobre su mal proceder en asuntos personas y de negocios; y su decisión en 1994 de respaldar a Mario Cuomo, el gobernador demócrata de Nueva Cork.

Tom Rath, un miembro del Comité Nacional Republicano de New Hampshire dijo que los electores no se han concentrado en los detalles de su currículum. “Lo que ellos saben sobre Giuliani es que cuando la ciudad corría riesgo, él presentó al mundo una imagen del hombre que tiene el control”.

Cuando el ex alcalde está en New Hmapshire, dijo el señor Rath, la gente lleva en la mano su libro “Liderazgo”, y tratan de conseguir su autógrafo. “El lomo de esos ejemplares siempre se ve gastado”, dijo el señor Rath. “No se limitaron a comprar el libro: lo leyeron, y ese es un punto de fuierte”. 

VERSION AL ESPAÑOL DE IVAN PEREZ CARRION