ANKARA. AFP. Tres importantes ministros turcos dimitieron este miércoles, convirtiéndose en las primeras víctimas políticas del mayor escándalo de corrupción al que se enfrenta el gobierno islamista moderado del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
El ministro de Medio Ambiente, Erdogan Bayraktar – quien presentó su renuncia el miércoles, poco después de que lo hicieran el titular del ministerio del Interior y el de Economía- instó jefe de Gobierno a abandonar su cargo.
«Renuncio a mis cargos de ministro y diputado», declaró Bayraktar a la televisión privada NTV. «El primer ministro también tendría que dimitir» añadió. Directamente amenazado por la renuncia de los tres ministros, el jefe de Gobierno es esperado en cualquier momento en la oficina del jefe de Estado, Abdullah Gül, para proceder a un cambio de gabinete, en medio del escándalo financiero que degeneró este miécoles en una crisis política seria.
Tras presentar su renuncia, Bayraktar aseguró que no tenía «nada que reprochar(se)» en la investigación judicial sobre una serie de proyectos de construcción que salpica a miembros del gabinete, recalcando que el jefe de gobierno estaba bien informado de lo que se hacía en la cartera de Medio Ambiente.
«No hay nada en el expediente de la investigación que me perjudique o que no pueda explicar», puntualizó. «Pero no acepto presión ninguna para dimitir por un escándalo en el que hay sobornos y corrupción. No lo acepto porque la gran mayoría de los proyectos de construcción (…) se llevaron a cabo con la aprobación del primer ministro», declaró, y aseguró que por ello pedía también la renuncia de Erdogan. Poco antes, el ministro de Interior, Muamer Güler, y su homólogo en Economía, Zafer Caglayan, próximos a Recep Tayyip Erdogan, anunciaron también su dimisión, denunciado un «complot» para desestabilizar el gobierno islamista moderado.
«Dejo mi puesto de ministro de Economía para que se pueda aclarar todo lo relacionado con una abyecta operación que apunta a nuestro gobierno», afirmó Caglayan en un comunicado escueto. Güler explicó que dimitió para «desbaratar un repugnante complot». Los dos hombres estaban en el ojo del huracán tras la detención de un grupo de 24 personas, entre ellas, sus hijos, por su presunta implicación en un escándalo financiero de gran envergadura.Los detenidos se encuentran en prisión preventiva.
La policía arrestó a estas personas, entre ellas, hombres de negocios y el director general del banco público Halkbank, el pasado 17 de diciembre en el marco de una amplia investigación anticorrupción, que preocupa a la élite islamista conservadora a la cabeza del país desde 2002. Bayraktar, y el de Relaciones europeas, Egeman Bagis, también aparecen en el proceso judicial por su presunta implicación en el escándalo, pero niegan estas acusaciones.
La dimisión de los ministros se produce antes del esperado cambio de gabinete, de aquí a finales de semana, según los observadores. Erdogan, que volvió el martes a Ankara después de dos días en Pakistán, debería proceder rápidamente al cambio de ministros, que estaba ya previsto de cara a las elecciones municipales de marzo.
Ante miles de partidarios, el primer ministro repitió la tesis del «complot», invocada desde las detenciones de la semana pasada, y criticó los ataques de la cofradía de Fethullah Gülen, a la que acusa implícitamente de urdir este complot con el objetivo, según él, de destruir los avances políticos y económicos conseguidos en los últimos diez años. Puesto en tela de juicio en junio pasado por un importante sector juvenil del país, ahora Erdogan es cuestionado por sus propios partidarios, en particular por la hermandad de Gülen.
Esta guerra fratricida ha cambiado el panorama político nacional, de cara a las elecciones municipales y presidenciales de 2014.
Erdogan aún no ha aclarado cuáles son sus intenciones, pero está obligado por las reglas internas de su partido, AKP, a dejar el gobierno tras las elecciones legislativas previstas en 2015 y se piensa que procurará ser elegido Jefe del Estado, cargo que por primera vez será otorgado por sufragio universal directo.
La crisis política continuó afectando los mercados, donde la lira, la divisa nacional, prosiguió su caída, a 2,0907 libras por un dólar al cierre, contra 2,0650 la víspera. El principal índice de la bolsa de Estambul retrocedió más de 4,2% respecto a la víspera.