Ruegos habichuelantes

Ruegos habichuelantes

San Pancracio es el abogado de los sin trabajo; todas las personas sin empleo, alguna vez han rezado a San Pancracio para que les ayude a encontrar una “colocación”. Aquí en Santo Domingo, y en otros países de cultura hispánica, se dice “estar colocado” cuando se consigue una “posición” en el “tren gubernamental”. Siendo yo un adolescente, en el viejo Mercado Modelo vendían oraciones a San Pancracio. Era entonces una plegaria popular muy solicitada. La expresión “estar colocado”, sugiere algo así como quedar en pose, a punto de “tomarse” una fotografía; tener una “posición” recuerda la presencia de las modelos en los escaparates o las pasarelas. Y eso de “tren gubernamental” indica que en sus vagones pueden treparse muchos pasajeros.

Estar “colocado” o en una “posición”, es el modo oblicuo de decir: hemos conseguido un trabajo donde no tenemos mucho que afanar. El nombre Pancracio quiere decir “el que lo sostiene todo”. En lengua latina, “pantocrator” significa el que gobierna la totalidad. La oración a San Pancracio menciona salud, dinero, trabajo. Al comienzo del texto le llama: “abogado especial para alcanzar salud, dinero y trabajo, santo protector de los que tenemos serias dificultades, niño milagroso que siempre acudes con tu ayuda y que con amor nos recibes bajo tu auxilio”. San Pancracio murió decapitado, a los 14 años de edad, en el año 304.
Después de unas elecciones generales, los ruegos a San Pancracio van más allá de la simple oración; se celebran, en estos casos, novenas colectivas para solicitar empleo. Estas novenas añaden un verso repetitivo: “asísteme en este momento de prueba para no caer en la desesperación”, tras lo cual hay que rezar otras oraciones “complementarias”. He visto, en dos oficinas públicas, invocar a San Pancracio, con el título fundamental de “suministrador de las habichuelas”.
Los políticos de todos los tiempos conocieron, comprendieron o manipularon, las necesidades “habichuelantes” de la población. Sin trabajo no hay cobro; sin cobro, no hay supermercado. He oído decir estas palabras: “yo lo que quiero es un “sereneo” mensual”. También escuché estas otras: “necesito un trabajo aunque sea de trabajar”. La imagen tradicional de San Pancracio lo muestra sosteniendo un papel y una pluma; algo parecido a un nombramiento.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas