Rufino Martínez citado

Rufino Martínez citado

La Sociedad Dominicana de Bibliófilos publicó el año 2000 un libro de Rufino Martínez: “Hombres dominicanos Trujillo y Heureaux”. Del tomo III extraigo algunos párrafos que me parecen aclaradores de algunos aspectos de la psicología social del pueblo dominicano; especialmente importantes para comprender cómo llegamos con tanta frecuencia a “callejones políticos” sin salida hacia la libertad y la democracia políticas. Uno de estos párrafos se refiere al concepto de cultura que circula entre los dominicanos. Otro, a las actitudes más frecuentes de los profesionales de nuestro país. Finalmente, Rufino Martínez hace observaciones muy agudas sobre el ambiente social que posibilita las dictaduras.

“La cultura, ¿qué era la cultura en el régimen? Cualquier cosa, siempre que se prestara a la labor de propaganda dedicada a poner en alto las excelencias del periodo en que tiene principio la “verdadera república o la patria nueva”. La inauguración de un edificio público, de una carretera, de un canal de riego, de un pozo abastecedor de agua, de un puente; una fiesta política, un elogio al generalísimo, leído como conferencia en la junta del partido, en sociedades particulares, en escuelas, ateneos, o en la Universidad; todos eran actos culturales. A este último centro se hacían venir intelectuales extranjeros a dictar conferencias y los llamados cursillos, pero como en el fondo… se perseguía una finalidad política, el verdadero interés cultural quedaba supeditado al de conveniencia gubernativa”.

“Los profesionales, abogados, médicos, farmacéuticos, ingenieros, tienen una responsabilidad cultural que los compromete a responder de ciertas manifestaciones generales del saber, sobre las cuales no pueden o deben alegar ignorancia. Es algo que está aparejado a la función de su actividad mental; y no entenderlo o vivirlo así acusa estar lejos del concepto civilizado del valor de la profesión. Este es el caso de dicha clase social en la RD…”.

“Cierta clase de personajes no pueden surgir y perfilarse notoriamente en cualquier generación. Tienen la suya, o como si dijéramos la poseedora de las condiciones dentro de las cuales halla el personaje los factores y estímulos favorables a la exteriorización de su individualidad. Antes o después de esa su generación se quedarían dormidas en el fondo de su alma…”. Trujillo le sirve de ejemplo principal.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas