CIUDAD DEL VATICANO, EFE.- El proceso de beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio fue abierto en Roma por el cardenal vicario, Camillo Ruini, que dijo que el purpurado suramericano, fallecido en 1998, fue un ejemplo de la Iglesia “pobre y peregrina”. La apertura del proceso se realizó en el Palacio del Laterano, anejo a la basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma.

Se ha abierto aquí porque siguiendo la normativa para estos casos, fue en esta ciudad donde murió el purpurado argentino, una de las figuras más importantes de la Iglesia de su país y latinoamericana.

 El cardenal Ruini destacó durante la ceremonia que Pironio fue el último de 22 hermanos y la piedad mariana que siempre le acompañó. Ese amor hacia la Virgen se puede ver, entre otros -añadió- en el hecho de que fuera ordenado sacerdote y obispo en el Santuario Mariano argentino de la Virgen de Luján y en ese templo está enterrado.

También resaltó la personalidad del cardenal y el apoyo que dio a Juan Pablo II para que puesta en marcha de las Jornadas Mundiales de la Juventud, de la que fue artífice.

 A la apertura diocesana del proceso asistieron, entre otros, el cardenal argentino Jorge Mejía, ex Bibliotecario de la Santa Iglesia Romana; el postulador de la causa, el benedictino Giuseppe Tamburrino; familiares de segundo grado de Pironio, entre ellos su prima Daniela Petazzoni, y varios obispos italianos.

 También asistió el prelado polaco Stanislav Rylco, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, y el embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer.