En el sector de Villa Juana la calma del día después de Nochebuena sorprendió hasta a sus residentes. José Francisco.
La rumba de la cena de Nochebuena y de las primeras hora del día de Navidad, no impactó en parte de las calles de la ciudad de Santo Domingo y fueron muy pocos los lugares donde la fiesta siguió. Unos lo atribuyen a la falta de dinero.
En populosos sectores como Villa Juana, Villa Consuelo, Villas Agrícolas, San Carlos, Guachupita, Gualey, Ensanche la Fe, Villa María y el barrio 27 de Febrero, donde de común reina la estridencia y la ingesta en exceso de bebidas alcohólicas, fue todo lo contrario.
Las vías de esas comunidades estaban en calma. Algunos adultos mayores, que despiertan temprano, fueron vistos aprovechar la inusual calma para beber café y dialogar con sus vecinos. Muy pocos niños jugaban con regalos de Navidad.
Algunas personas permanecían sentadas en las aceras, donde compartían anécdotas, entre risas y muestras de cariño.
Gente en orden
Para Julio Linares, quien tiene toda una vida en Villas Agrícolas, las fiestas transcurrieron en orden. Valoró cómo las personas mostraron mayor conciencia para compartir bajo control y evitando excesos.
Definió como positivos los constantes patrullajes por agentes de la Policía Nacional, debido a que que los consecutivos actos delincuenciales en la zona mantenían en zozobra a residentes durante estas épocas.
En otras zonas de la ciudad fue constatado cómo aún a primeras horas de ayer permanecían los operativos preventivos por parte de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), debido al flujo de conductores en motores y vehículos. El número de los que conducían bajo los efectos del alcohol fue bajo, mientras las calles eran patrulladas.
Diversos comercios, farmacias y centros de comida rápida estuvieron cerrados, salvo algunos mercados públicos y vendedores ambulantes que aprovechan los días feriados para generar más ventas.
Para sorpresa; Cristo Rey estuvo en calma
Pasadas las 10:00 de la mañana, en el sector Cristo Rey prevalecía un ambiente festivo, pero moderado.
Reina González, con 20 años en esa comunidad, afirmó que por primera vez pasó unas navidades sin esconderse de las balas perdidas, no obstante criticó la cantidad de vertederos improvisados, que afectan el entorno y clamó al Ayuntamiento que los retire por higiene y salud.