POR TONY MASSAROTTI
Del Boston Herald
SEATTLE – La Major League Baseball celebró una serie de marcas durante el fin de semana. Pronto, en Boston comenzarán a perseguir a Manny Ramírez.

Continuando con su reciente ataque a los lanzadores contrarios, Ramírez se fue de 4-2 el domingo. Fue su jonrón 19 del año y 489 de por vida, colocándose a 11 de la histórica marca de 500 lograda por Alex Rodríguez el sábado.

En 24 juegos desde el Juego de Estrellas, Ramírez está bateando .352, con ocho jonrones y 27 remolcadas.

“Es un bateador del Salón de la Fama. Ya ha encontrado su ritmo”, dijo el dirigente de los Medias Rojas, Terry Francona luego que su equipo alcanzara 25 partidos por encima de .500.

“Es esta época del año en que el clima es más cálido y los bateadores buenos se calientan. Espero que se queda caliente hasta que lleguemos a casa porque obviamente allá somos mucho más peligrosos”.

Que no haya dudas del impacto que han tenido las contribuciones de Ramírez a la ofensiva de los Medias Rojas: Boston tiene 37-8 esta temporada cuando Ramírez empuja al menos una carrera y 31-35 cuando no lo hace.

Desde la pausa, los Medias Rojas han anotado más carreras que cualquier equipo de la Liga Americana excepto de los Yanquis de Nueva York, gracias a Ramírez.

El domingo, Ramírez no perdió tiempo en darle una ventaja a los Medias Rojas. Bateando con un out y corredores en segunda y tercera en la primera entrada, conectó una línea al central que fue mal jugada por Adam Jones. Sin embargo, Ramírez recibió el crédito de un elevado de sacrificio y empujada que puso a Boston arriba 1-0.

Ramírez ahora ha jugado en 108 de 111 partidos de Boston, el mayor total del equipo. Y mientras su productividad ha mejorado en el último mes, tiene .328 de promedio desde mayo.

Y en el caso de Ramírez, esto solo es el primer paso hacia la inmortalidad, como lo hemos esperado por mucho tiempo.