Oficialmente el país se encamina en este año a recibir más de seis millones de turistas. Esto después de conocerse las cifras de llegadas de visitantes en los primeros cinco meses del 2017.

Las cifras oficiales registraron unos 2,9 millones de visitantes. Es una excelente cifra que se proyecta para superar para fin de año y fácilmente los seis millones. Con esa cifra se avanza a paso firme hacia la meta de los diez millones de turistas para los próximos años. Es la meta que en el 2012 se propuso el presidente Medina de que el país alcance los diez millones de turistas en diez años.

Hay un programa intenso de construcción de habitaciones hoteleras. Y los magníficos resort de lujo florecen en la costa este del país así como en Samaná. Se mejoran las instalaciones hoteleras desde Puerto Plata a Río San Juan de manera que la oferta hotelera de 75 mil y mas habitaciones es cubierta por una demanda en alza constante. Es innegable que los inversionistas se sienten atraídos por las condiciones naturales y sociales del país. Y están haciendo florecer aquellas playas vírgenes de hace tan solo 20 años.

Y nuevas innovaciones se van incorporando al catalogo de ofertas a los turistas. Y es para que el país se convierta en un destino firme y sólido para disfrutarlo y sacarle provecho. Ya no es tan solo las playas, la hospitalidad e informalidad dominicana y su alegría pegajosa. Muy pronto serán firmes demandas y destino para visitar el país. Tales como la remodelada ciudad colonial que superará con creces a lo que siempre quisimos parecernos a lo que era el viejo San Juan en Puerto Rico. Así mismo avanzamos para consolidar el turismo de salud que ya existe con los servicios que se ofrecen en la Plaza de la Salud, en el HOMS de Santiago, en Punta Cana y en otros centros privados, que modernizados y equipados con las ultimas innovaciones de equipos médicos en los últimos tiempos, ya no tienen nada que envidiarles a los similares del extranjero.

Y ya por fin se piensa aprovechar algo que el país siempre lo tiene muy guardado en sus intimidades. Se trata de su fe y creencia en su santuarios marianos. En el mundo existen importantes centros marianos de obligada peregrinación que no solo son los Lugares Santos de Jerusalén sino que repartido por el mundo esos santuarios reciben millones de turistas peregrinos en la búsqueda de la salud, reconciliaciones, fortunas y mejores trabajos. Se destacan los centros marianos de grandes curaciones como los de Lourdes en Francia, Fátima en Portugal, Guadalupe en México, Luján en Argentina.

Otros centros de peregrinación religiosa son el templo de la Divina Providencia de la venerada sor Faustina en Polonia, la catedral de la Señora de Aparecida en Brasil y la imponente y majestuosa obra de Gaudi en Barcelona que es el templo de la Sagrada Familia. Por igual es una fuente de divisas turísticas para España el llamado Camino a Santiago peregrinación famosa de los miles de devotos que cada año recorren un sendero en el norte de España para visitar la tumba del apóstol.

Por igual en el país tenemos dos grandes centros de peregrinación y de atractivo turístico como lo es la Basílica de la Altagracia en Higüey y el templo de Las Mercedes en Santo Cerro en La Vega. Y existen ruinas de centros religiosos que conservan su historia que debidamente acondicionados estimularían a la investigación y harían de la visita algo mas beneficioso. Se tiene abandonado el Faro a Colón pero las ruinas de San Francisco con un debido acondicionamiento sería el centro de atracción para la ciudad colonial. Es la mejor oferta después del Alcázar, de la Catedral y su museo y el Museo de las Casas Reales para el turista ansioso de conocer en breve la historia colonial y religiosa ya que en la corta visita de los que llegan en los barcos cargados de ellos que atracan en el puerto de Sans Souci.

Ese turismo religioso en torno a los milagros de las veneraciones marianas es importante si se toman en cuenta la experiencia de años de otros países. Esas veneraciones se han convertido en una fuente de divisas muy importante no solo para los obispados sino para el país ya que los turistas religiosos por lo general latinos siempre andan a la búsqueda de una devoción milagrosa con el consiguiente gasto para cubrir lo que debe invertirse en ese tipo de visitante.